Humberto Ávila, director del Observatorio del Río y del IDEHA, de la Universidad del Norte.
Por SANTOS SUÁREZ BADILLO
Director de EL NORTE
El proyecto de Navegabilidad del río Magdalena es una necesidad y debe ser una prioridad para el país, manteniendo el soporte científico que permita reducir la incertidumbre en términos técnicos, sociales y ambientales.
Tal planteamiento fue hecho por el director del Instituto de Estudios Hidráulicos y Ambientales-IDEHA, de la Universidad del Norte, Humberto Ávila, quien explicó los factores que han provocado la inestabilidad que se registra en al canal de acceso al puerto de Barranquilla.
El también director del Observatorio del Río, que opera la señalada institución de educación superior, subrayó en declaraciones a EL NORTE que las condiciones dinámicas de este recurso natural hace mucho más necesaria la investigación continua y el mantenimiento programado.
Pregunta Santos Suárez: ¿Qué se puede decir sobre el comportamiento del río?
Responde Humberto Ávila: El río Magdalena ha tenido una evolución donde han intervenido condiciones naturales y antropogénicas. El régimen hidrológico y sedimentológico, las con-diciones hidráulicas, el comportamiento morfo-lógico y la calidad del agua en el río, han tenido cambios que requieren atención, investigación, y acciones que permitan su conservación y aprovechamiento responsable.
Los registros de nivel en el río desde 1960 hasta la fecha, muestran un cambio importante en la frecuencia y magnitud de eventos extremos. Esto no necesariamente se debe al cambio climático, sino a cambios en el uso del suelo, como la deforestación, y a algunas intervenciones hechas en el río que tienen sus consecuencias a largo plazo.
S.S. ¿La construcción del nuevo puente está incidiendo en la inestabilidad del canal de acceso?
H.A. Aún no se tiene evidencia que el Puente esté generando inestabilidad al canal de acceso. El puente genera procesos de socavación local, es decir, muy cercanos a la estructura, que puede tener impactos en el entorno natural.
Sin embargo, los mayores impactos en la sedimentación del río pueden estar más asociados a los fuertes cambios morfológicos ocurridos en el 2010-2011 debido al Fenómeno de La Niña y que aún siguen evolucionando, y también a los procesos de deforestación en la cuenca que genera cambios en el régimen hidrológico y la carga de lavado de sedimento. También, en el sector de Bocas de Ceniza intervienen procesos fluvio-marino-costeros que afectan el canal de acceso.
S.S. ¿De dónde viene tanto sedimento?
H.A. Es importante aclarar que la sedimentación y la erosión son procesos normales en los ríos, los ríos son dinámicos, y sus procesos toman décadas o cientos de años en desarrollarse. El tiempo del río no es el tiempo del hombre y eso hay que aceptarlo y entenderlo como algo natural.
Actualmente se pueden distinguir dos situaciones principales de sedimentación en el río. El primero es el que ocurre en Bocas de Ceniza en el acceso al puerto, y el segundo es el que ocurre a lo largo del río en distintos sectores. En cuanto a la sedimentación en Bocas de Ceniza, la erosión costera sobre la línea de costa del trayecto Barranquilla-Ciénaga se ha venido acumulando en el costado oriental del Tajamar Oriental, el cual sumado a los procesos fluvio-marinos de la interacción río-mar, genera problemas de calado con cierta frecuencia.
Por otro lado, la sedimentación en otros sectores del río, está principalmente asociada a procesos hidromorfológicos que van evolucionando a lo largo del mismo y del tiempo.
De los análisis que se han realizado en el Observatorio y con el Instituto de Estudios Hidráulicos y Ambientales (IDEHA) de Uninorte, se ha encontrado que la concentración de sedimento en el río se ha mantenido relativamente constante en el tiempo, dado que el río arrastra hasta donde su capacidad lo permite; sin embargo, es necesario estudiarlo continuamente para evaluar las fluctuaciones, sus causas y consecuencias.
S.S. ¿Con tantas inversiones por qué no se ha logrado un canal estable?
H.A. Yo pienso que sí se ha logrado, lo que hay que hacer es ser constantes en el mantenimiento, el monitoreo y los estudios de investigación. Recordemos que el río es navegable actualmente y que gran parte de los inconvenientes es debido a falta de previsión y mantenimiento.
Por lo tanto, considero que el proyecto de Navegabilidad del río Magdalena es una necesidad y debe ser una prioridad para la nación, manteniendo el soporte científico que permita reducir la incertidumbre en términos técnicos, sociales y ambientales.
S.S. ¿Esas obras sí han tenido algún efecto favorable?
H.A. En el río se han construido obras importantes desde 1938 con los tajamares de Bocas de Ceniza, espolones, puentes y hasta la fecha se han construido otras obras de encauzamiento, control de inundación, protección de orillas, entre otros.
Todas las obras generan un impacto, así como cualquier actividad humana sobre la naturaleza, pero lo importante es valorar los impactos e identificar si los efectos generados superan la capacidad de adaptación y resiliencia del sistema fluvial y ecológico. La mayor parte de las obras han cumplido con su propósito con impactos mitigables; sin embargo, otras no.
No obstante, uno de los mayores impactos negativos más importantes se debe a la deforestación, la cual genera cambios más drásticos y duraderos sobre la hidrología y la sedimentación. Para esto se requiere que el gobierno tome acciones para la reforestación y restauración de áreas de recarga como ciénagas y humedales a lo largo del río.
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