El gobierno confirmó que impulsará el proyecto de la planta de regasificación del Pacífico, con lo cual se garantizará la importación de gas con destino al parque térmico del interior país.
De manera concreta la Unidad de Planeación Minero Energética anunció que en el tercer trimestre del presente año se hará la convocatoria para que los interesados presenten sus propuestas.
En el marco del Congreso de Naturgas que se realiza en Cartagena, Ricardo Ramírez, director de la Upme, precisó que desde ya en el cronograma está previsto que la licitación sea adjudicada en el primer trimestre del próximo año.
“En el tercer trimestre del año se espera abrir la convocatoria, lo que significa que esperamos adjudicarla en el primer trimestre de 2020, dándole al inversionista entre 6 y 9 meses para que prepare la propuesta”, indicó el funcionario.
Explicó que ya se ha venido trabajando en el tema desde el año pasado y que ya hay empresas interesadas y tienen muy maduro los proyectos. Aseguró que por lo menos hay tres compañías que han mostrado interés.
Como quiera que las térmicas de la Región Caribe ya cuentan con la planta regasificadora de Barú, la que se hará en El Pacífico será para las generadoras ubicadas en el interior del país.
Se requiere un tubo de unos 100 kilómetros para el transporte del gas que se vaya a importar, proyecto para el cual también será abierta la licitación, que probablemente sea conjunta con la de la planta. También se prevé que la terminación de ésta se concrete en 2023 y el tubo, uno o dos años después.
De acuerdo a lo precisado por el director de la Upme, esta segunda planta tendrá unas características iguales a la de Barú, al tiempo que anotó que la inversión tendrá participación de las termoeléctricas que tengan interés de ser usuarias o clientes de este gas.
“La idea es que el costo lo asumirán los usuarios colombianos que usen la planta. El esquema está hecho de tal manera que si hay algún grupo de usuarios que quiera tener parte de la capacidad de la planta, como es el caso de los térmicos, que se respaldan para sus térmicas, es probable que buena parte de la planta la paguen ellos; en eso estamos trabajando”, manifestó.
Este es el mismo esquema utilizado para el caso de la planta de Barú y en ese sentido Ricardo Ramírez señaló que el gobierno está interesado en aplicarlo “porque así pagarían menos los colombianos”.
Sobre el costo del proyecto, precisó que se estima en 275 millones de dólares, el tubo Jumbo-Buenaventura costará 300 millones de dólares y las adecuaciones para que el gas llegue al interior del país vale 100 millones de dólares, para un total cercano a los 700 millones de dólares.
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