La tala de palmeras y árboles adultos, así como el retiro de plantas ornamentales y grama, para construir un acceso exclusivo a los socios al Country Club de Barranquilla por la calle 77, entre carreras 55 y 57B, revivió un episodio similar al registrado en el 2013.
La diferencia entre ese año y ahora es que en aquella ocasión, el solo anuncio alertó a los residentes del barrio y acudieron a instancias judiciales logrando frenar el proyecto y la vegetación quedó intacta; en esta los trabajos sí se iniciaron mediante el uso de motosierras que alcanzaron a arrasar con palmeras y árboles adultos, convertidos en el refugio de iguanas, ardillas y aves silvestres.
Ahora, el tramo intervenido está encerrado con una malla verde soportada por listones de madera; mientas que en su interior se palpan los efectos de la poda devastadora.
El polémico episodio, calificado de ‘arboricidio’ tiene su origen desde el pasado 29 de agosto, cuando las 340 familias de las 17 edificaciones de estrato 6 que conforman el barrio Villa Country, fueron despertados por el ensordecedor ruido de las máquinas cortadoras y el crujir de la ramas de los árboles contra el suelo.
Desde entonces los argumentos van y vienen, mientras que en las redes sociales el tema ha sido candente. El abogado Fernando Borda Castilla, en representación legal de la comunidad, interpuso una acción de tutela para aguantar la continuidad del proyecto, recibiendo fallo favorable de parte de la Juez Tercero Civil Municipal de Oralidad, Luisa Isabel Gutiérrez Corro.
Borda aseguró que en ese caso no hubo socialización como lo contempla la ley y la comunidad que representa sigue sorprendida por la autorización de la licencia concedida por la Secretaría de Planeación en la que no se les tuvo en cuenta.
“Aquí parece que se hubiera actuado como niños, a escondidas, para quitarnos la tranquilidad de la que hemos gozado en el barrio”, comentó a los medios de comunicación, el residente Jorge Leiva, al destacar que lo de la socialización se dio posterior al inicio de la obra. Además, estimó que por esa entrada van a circular unos 200 vehículos diarios, debido a las actividades del Club, lo que complicará aún más la movilidad del sector.
Entre tanto, a través de un comunicado de 11 puntos, la Corporación Country Club de Barranquilla defendió la construcción del acceso a sus instalaciones, bajo el argumento que esto descongestionará el existe en la calle 76, porque mejorará la movilidad y el entorno urbano en la zona.
Igualmente, que habrá compensación con la siembra de especies vegetales adultos y el acondicionamiento de un parque. “Se sembrarán 45 árboles totalmente nuevos, los cuales estarán acompañados de un programa de paisajismo y embellecimiento del sector mediante la siembra de 1.800 plantas ornamentales de diferentes especies y 1.400 M2 de grama”.
Sobre los respectivos permisos, la Corporación informó que se cumplieron tal como lo exigen las normas del Distrito. Esto fue confirmado por la directora de Barranquilla Verde, Sara Rodríguez; y por Henry Cáceres, quien fue el que firmó la documentación en calidad de Secretario de Planeación encargado.
De momento, el controvertido asunto queda en suspenso.
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