En muchas empresas, organizaciones sociales y entidades oficiales, implementar la responsabilidad social se les ha vuelto un dolor de cabeza; sin embargo, en el departamento del Atlántico existe un organismo que brinda herramientas para superar obstáculos, optimiza procesos y hasta facilita la presencia en mercados internacionales.
Se trata de Pacto Global (PG), que es una iniciativa de las Naciones Unidas que busca promover las prácticas de responsabilidad social al interior de la organización y este surgió, inicialmente, para que la empresa privada fuera la que las motivara, pero ante el éxito logrado, hoy en día se han anexado organizaciones de la sociedad civil, ong’s, universidades, gremios y hasta entidades públicas.
En el Atlántico, Camilo Mejía Reátiga, Ph.D, director del Centro de Innovación y Desarrollo Sostenible del Gran Caribe en la Escuela de Negocios de la Universidad del Norte, es quien está al frente del PG y explica el camino por el que vienen transitando desde el 2009.
En Colombia, actualmente, han acogido el Pacto alrededor de 600 organizaciones; de esas, en el Atlántico, hay 12 y en el resto de departamentos costeños 4, para un total de 16 en toda la región Caribe colombiana.
“En el caso del Atlántico podría decirse que es un número bajo, pero digamos que a lo largo de los años se han generado las dinámicas para que cada día el tema sea más visible”, manifiesta Mejía, al tiempo que agrega que el proceso también va de la mano con la Agenda 20/30 establecida por la ONU y los objetivos del desarrollo sostenible.
Sobre lo que representa hacer parte del Pacto Global, el experto dice que este se estructura mediante cuatro áreas (Derechos Humanos, Derechos laborales, Medio ambiente y Lucha contra la corrupción) que contemplan 10 principios relacionados con las prácticas de las mismas.
“El tema importante es que, de una u otra manera, esas acciones que yo pueda desarrollar como organización, me van a permitir acceder a mercados internacionales que consideran que estas acciones son valiosas, tales como la Comunidad Económica Europea, Estados Unidos, Canadá que son las más sensibles a esto”, destaca.
También, hacer parte del Pacto Global Red Colombia, facilita contar con ventajas competitivas, porque permite la diferencia. “Si yo tengo un producto o un servicio asociado con estos temas de responsabilidad social, pues esas acciones adicionales son consideradas valiosas en otros mercados, por lo tanto me puede ir mejor frente a la competencia, y adicionalmente me permite minimizar mis riesgos”.
A lo anterior se suman la eficiencia en costos, la imagen empresarial, la reputación, el posicionamiento de marca, la retención del personal consciente y responsable en lo económico, lo social y lo ambiental, una mejor rotación de personal, prestación de mejor servicios más productivos.
En resumen, pertenecer al Pacto Global es como estar en un ‘club de buenas prácticas’, que garantiza el uso de su logo en todas las actividades que tienen que ver con responsabilidad social, acceso a las mejores prácticas, se está con otras empresas más avanzadas que facilitan intercambios lo que enriquece el desarrollo de la organización.
“En el Atlántico tenemos muchas actividades, sí quisiéramos que se vincularan más organizaciones. No quiere decir esto que haya otras organizaciones que no estén adheridas y tengan prácticas de responsabilidad social; pero estar en el Pacto Global es ser más explícito frente a las comunidades que me interesa ser responsable en lo económico, lo social y lo ambiental”.
Dentro de las actividades se destacan la realización de talleres, cursos de formación, foros, donaciones locativas, jornadas de salud en donde se requieran, investigaciones de seguimiento a cómo marcha el trabajo o puntuales que les pida una de las organizaciones vinculadas y promociones.
“No es fácil vender estos temas; afortunadamente, el entorno empresarial es cada vez más consciente de la necesidad de conectarse con lo de la sostenibilidad y ya lo hemos visto en temas puntuales como los plásticos, por ejemplo, porque es algo visual y eso impacta; pero seguimos trabajando”, concluye Mejía.
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