*Desde distintos puntos se citan números, abultados, en torno al panorama financiero del Distrito de Barranquilla, que inducen a pensar que el nuevo alcalde deberá manejar la situación con muchísima prudencia y acierto.
Confirmada la elección de Jaime Pumarejo, como alcalde electo de Barranquilla, tras el depósito en las urnas de 303.300 votos frente a su inmediato contendor Antonio Bohórquez, que logró 66.315, surge la expectativa sobre sus políticas gerenciales.
Las apuestas están en que si mantiene o no la dinámica de desarrollo que recibe de la administración del ingeniero Alejandro Char, o debe levantar un poco el pie del acelerador y concentrarse en el estado de las finanzas que hereda.
En ese sentido, en el mismo portal web de la Alcaldía está la información sobre el saldo de la deuda con entidades financieras a corte del 31 de marzo del año en curso. En resumen, en 52 compromisos, con vencimiento, la mayoría, hasta el año 2026, la cifra es de 1,3 billones de pesos aproximadamente.
La cifra es muy cercana a la consignada en mayo pasado por Fundesarrollo, de 1,1 billones de pesos que además recomendó tener racionalidad en los gastos porque al nuevo alcalde le quedará poco margen de endeudamiento.
No obstante, el mismo organismo explicó que el manejo dado a las finanzas del Distrito ha cumplido con disposiciones de la Ley 358 de 1997, que señala en sus artículos que “ninguna entidad territorial podrá contratar nuevas operaciones de crédito público cuando su relación saldo de la deuda-ingresos corrientes supere el 80 por ciento”.
Fundesarrollo señala, con base en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) 2019-2028 “si se cumplen las proyecciones de ingresos y amortización, el Distrito podría tener un cupo disponible entre 2021 y 2022 de 750 mil millones corrientes, manteniendo un indicador de endeudamiento 2 puntos por debajo del límite de 80. La ciudad podría adquirir un desembolso de 250 mil millones en 2021 y 500 mil millones en 2022”.
A propósito del nivel de endeudamiento de la Alcaldía de Barranquilla escribió una columna el profesor universitario Jairo Parada, ‘Barranquilla: ¿Imparable?’, en la que cuestiona el manejo financiero, que citando cifras del concejal Ramón Ignacio Carbó, al 1,3 billones de pesos en deuda financiera habría que sumarle 2,3 billones más de vigencias futuras hasta el año 2036.
“El progreso de Barranquilla, el cual sin duda hay que reconocerlo, tiene el problema de la sostenibilidad fiscal y la dialéctica del concreto, casi nada de movilidad, ambiente, seguridad y empleo. En finanzas públicas no hay almuerzos gratis, y todas estas obras que nos inflan el pecho, las seguiremos pagando con fuertes aumentos en el predial, ahora que la Oficina de Catastro la maneja el Distrito”, destacó Parada.
Por su parte, el concejal Ramón Carbó se refirió a lo endeudamiento luego de advertir que a principios de septiembre pasado la mayoría del Concejo le aprobó recursos por 100.000 millones de pesos al alcalde Alejandro Char, pero no hubo la suficiente sustentación en qué se debían invertir.
“Barranquilla está en su límite de su cupo de endeudamiento, que ya está en el 80 por ciento, lo que quiere decir que las próximas administraciones van a tener muy poca capacidad de ejecución y de poder hacer un buen trabajo administrativo”, señaló a la prensa.
Un analista financiero consultado, pero que pidió no revelar su nombre, dijo “todo buen gerente, preparado, puede hacer empresa partiendo de cero. Pumarejo, si sabe administrar lo que le dejan, puede conseguir recursos que le permitan cumplir con lo que prometió en su propio plan de gobierno”.
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