marzo 15, 2025

El complicado escenario de la economía y sus posibles salidas

Tanto la economía como la salud mundial están contra las cuerdas como consecuencia del brutal avance del coronavirus, y todo apunta a que las consecuencias serán de dimensiones inimaginables en ambos frentes.

Ya el Fondo Monetario Internacional declaró la recesión económica en todo el mundo, dada la parálisis generalizada en gran parte de los aparatos productivos tanto en países desarrollados como los llamados tercermundistas.

En el caso de Colombia el panorama económico no es nada alentador, como quiera que el aislamiento viene afectando a todos: Muchas empresas enviaron de vacaciones colectivas a sus trabajadores y su producción está casi paralizada; los informales e independientes, al estar en casa redujeron sus ingresos a cero y la inminencia de despidos colectivos tiene a la clase media a las puertas de regresar a la pobreza.

Y en general las grandes, medianas y pequeñas empresas, de prolongarse la emergencia y por consiguiente la cuarentena, no tendrían muchas posibilidades de maniobra para subsistir, dado que sin mayores ingresos tendrían que pagar nómina y a proveedores.

Se trata de un escenario sumamente complicado, como quiera que por encima de todo debe estar la prevalencia de la vida, y la cuarentena es la mejor estrategia para detener la expansión del coronavirus y salvar miles de vidas.  Suspenderla para volver al país a la normalidad económica, propiciaría las condiciones para que se expanda el virus y perezca mucha gente.

De esta manera, expertos consideran que las alternativas a implementar deben estar orientadas a combatir eficazmente la epidemia, evitando al máximo un mayor descalabro de la economía.

 

POSIBLES SALIDAS

Ante un escenario de esta dimensión, nunca antes registrado ni en Colombia, ni el resto del mundo, surgen una serie de iniciativas encaminadas a garantizar la reactivación de la economía.

En nuestro país algunos expertos estiman que hay que acudir al Banco de la República a fin de que inyecte mediante crédito los recursos que sean necesarios, para que el aparato productivo retome la normalidad y se recuperen paulatinamente los numerosos puestos de trabajo que se prevé serán sacrificados en esta emergencia.

Economistas de gran prestigio como Salomón Kalmanovitz, considera que para recuperar la economía colombiana se necesitarían recursos por cuantía cercana a los 60 billones de pesos, lo que significaría el 5 por ciento del Producto Interno Bruto Colombiano.

En otras naciones desarrolladas como Estados Unidos, Francia y Reino Unido proyectan una inyección del 10 por ciento de sus PIB y en Dinamarca se plantea un 13 por ciento. Alemania va más allá y proyecta nutrir a su economía con 750 mil millones de euros, un 22 por ciento de su PIB.

Otros economistas como el ex ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dice que la alternativa del Emisor sería una mala señal para el mercado y otros opinan que esa sería la última opción.

Otra de las alternativas es hacer una combinación de acciones, como cambiar el rumbo de las regalías para destinarlas exclusivamente al tema económico, y vender los activos más valiosos del Estado, entre ellos Ecopetrol e ISA.

De igual forma, hay quienes sostienen que la opción más recomendable es acudir a los créditos externos, ante entidades como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, Banco Intermareicano de Desarrollo y la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina).

 

¿EN QUÉ SE UTILIZARÁ?

La revista Semana plantea que con los recursos que se consigan, además de la ampliación de unidades de cuidados intensivos y de comprar respiradores artificiales, resulta clave la realización masiva de pruebas de covid-19 para lograr aislamientos focalizados y selectivos, tal como hizo China.

De igual forma, proteger tanto a los informales como a los independientes que viven del día a día y que no están cobijados por los diferentes programas sociales del gobierno. “En Colombia el 27 por ciento de la población es pobre y otro 39,8 es vulnerable (salió de la pobreza, pero no es clase media). Esto significa que 6,5 millones de hogares están en alto riesgo de caer nuevamente en la pobreza”, precisa la publicación.

Sostiene que por esto, la gran prioridad del Gobierno en materia económica debería ser preservar el tejido empresarial y evitar la quiebra masiva de empresas y una disparada de desempleo.

En ese orden, Luis Mejía, director de Fedesarrollo, propone disminuir transitoriamente los costos de contratación. Esto significaría, por ejemplo, el no pagar parafiscales como las cajas de compensación familiar durante el tiempo que dure la emergencia.

Las micros, medianas y pequeñas empresas, que resisten máximo un mes sin el efectivo, están planteando a través de la directora de Acopi, Rosmery Quintero, que el Gobierno se encargue de las nóminas de las pymes.

Por su parte, Mauricio Santamaría, director de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, Anif, plantea que “entre más nos demoremos en reiniciar las actividades económicas, más tiempo pasará para reactivar el mercado laboral y recuperar el crecimiento económico. Una cuarentena demasiado larga puede causar un impacto económico demasiado grave y casi que irreversible”.

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