marzo 19, 2025

Barranquilleros con Covid-19 comparten el drama vivido

Dos barranquilleros, uno en su tierra natal y otro residenciado en Santiago de Chile, han decidido compartir la experiencia vivida luego de dar positivo en las pruebas de Covid-19, o coronavirus. Ambos coinciden en que es una dura prueba e insisten en abrazar, de manera sistemática, las recomendaciones preventivas que dan las autoridades de salud.

Contó Marcos (*), trabajador en una empresa local, que de un momento a otro comenzó a presentar fiebre alta, dolor de cabeza y malestar en todo el cuerpo. “Me dirigí a la EPS y allí aplicaron el tamizaje, me tomaron la prueba y a los cuatro días de haberme tomado la prueba me confirmaron el positivo”.

Confirmado el contagio dijo que guardó calma y pensó “es una prueba de Dios”. Entonces, se aferró a recomendaciones y protocolos dados a través de diferentes medios, en especial el aislamiento total en una habitación en su casa. “Mi esposa fue la encargada de brindarme cuidados, siguiendo con el uso del tapabocas, de guantes, el lavado de los utensilios de comida de manera inmediata, pero sobre todo segregados, y la limpieza diaria de la habitación”.

Además, cumplidamente, consumió las dosis prescritas de medicamentos durante 10 días, que fueron en los que sintió los síntomas al tope, la fiebre alta, el dolor en el cuerpo, la tos seca pero fuerte, el dolor de cabeza, y comer fue un verdadero suplicio porque los alimentos sólidos incidían en la respiración. No tuvo necesidad de hacer uso de ventilador médico.

Marcos aseguró que para evitar deprimirse, angustiarse o aburrirse fue clave el apoyo de su familia, sobre todo la conversación diaria con su esposa, más la oración diaria y ver televisión. “Me he sentido agradecido con Dios que permitió que haya salido adelante de este virus, que es un virus muy fuerte”, anotó.

En caso de resultar contagiado aconsejó ser muy positivo, seguir al pie de la letra las indicaciones médicas, no desesperarse y una buena alimentación, “tomarse una sopa muy bien cargadita, licuaditas, fáciles de tragar y respirar para no sentirte con el ahogo, consumir frutas, sobre todo en jugos; también es bueno hacer gárgaras con agua tibia con sal, eso me aliviaba mucho. Lo importante es no bajar la guardia, no darse por vencido… retroceder nunca, rendirse jamás, porque con Dios de tu lado, todas las victorias las vamos a lograr”.

Por último, Marco precisó que el haber estado afectado con el Covid-19 le permitió saber la calidad de vecinos que tiene. “Tenemos que incrementar la solidaridad entre los vecinos. Soy testigo y he vivido en carne propia como esta pandemia genera sentimientos de rechazo, sentimiento de aislamiento de tus vecinos. Hay algunos, porque así como hay ángeles de la guarda se prestan para ayudarte, digamos de manera sin límites, sí se puede observar que en el miedo al contagio se te aíslan, no te prestan la colaboración”.

“Aprovecho este medio, para decirles a todos los colombianos que es importante que estamos unidos, que las personas que se enferman no lo hacen por voluntad propia. Y en los momentos en que nos encontramos enfermos, necesitamos el apoyo de todos. El contagio se realiza de manera directa, y si nosotros guardamos los protocolos, estoy seguro que no nos vamos a contagiar los unos con los otros”.

 

DRAMA FUERA DE SU PATRIA

El otro barranquillero contagiado con el virus fue Felipe (*), y también lo tuvieron su esposa y su hijo de dos años de edad. Él es un médico con más de 15 años de experiencia y lleva casi siete años viviendo y laborando en las unidades de cuidados intensivos en dos hospitales públicos en Santiago de Chile.

“Supimos del contagio por los síntomas. Fue todo al mismo tiempo. Yo el sábado en la noche, estaba de turno, comencé a sentirme mal, malestar en el cuerpo, sensación de fiebre, y, efectivamente, la temperatura en 37,2 la primera vez que me la tomé y 37,6 un par de horas después. Llamé a mi señora que también estaba de turno, y de hecho esa noche me dijo que se sentía mal, con escalofríos, cefalea; enseguida supimos que estábamos pasando por un cuadro sintomático, sobre todo porque en el hospital atendimos un paciente que no sabíamos que era Covid-19 positivo”, contó Felipe.

Además, aseguró que la nana, encargada de atender al menor en su casa, también había salido positivo en la prueba. “Entonces teníamos esos dos contactos claros”.

“En realidad, lo tomamos con calma. La verdad es que al día siguiente cuando mi señora llegó de turno nos dirigimos a la clínica y ahí nos hicieron la respectiva PSR, un examen nasofaríngeo que nos corresponde, porque la prueba de sangre es una prueba capilar que puede dar falso negativo. Nos las hicimos los tres. Al día siguiente, la clínica nos reportó que estábamos positivos”.

Felipe explicó que “gracias a Dios somos unas personas sanas, sin antecedentes, no tomamos alcohol, no tenemos sobrepeso y mucho menos somos hipertensos diabéticos que son los factores de riesgos que se han detectado que influyen en pronósticos de los pacientes”. Sin embargo, aclaró que cualquier descuido puede generar contagio.

“En realidad, lo único que se puede hacer en estos casos, cuando los síntomas son leves, es guardar reposo, alimentarte bien y manejar los síntomas. Simplemente es hidratarte bien, comer bien, mucho reposo, y vigilar la temperatura.

“En realidad, cualquier descuido que uno tenga se puede contagiar. Cuando uno sabe con quién está tratando, obviamente, si es un paciente positivo toma todas las medidas necesarias para no contagiarse, en el hospital no hay problemas y uno se cuida al máximo; pero puede pasar que uno tiene un colega, un compañero, una enfermera y no lo saben y se guardaron las medidas se contagia. El contagio es por vía de gotitas, no tanto el contacto”.

Felipe destacó que lo más importante en todo esto y recomendación número uno es el lavado de manos de manera constante; y como segundo consejo el uso de la mascarilla.

(*) Nombres cambiados a petición de los entrevistados.

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