*Sin vacuna y sin remedio eficaz toca vivir con el virus acatando recomendaciones. Infectólogo en Barranquilla expone su punto de vista.
Aunque algunas soluciones de la medicina occidental o tradicional o remedios caseros pueden resultar reconfortantes y aliviar los síntomas leves de la Covid-19, hasta ahora ningún medicamento ha demostrado prevenir o curar esta enfermedad”.
Mientras se avanzan en ensayos clínicos, “tanto de medicamentos occidentales como tradicionales”, bien sea a través de una vacuna o antivirales, la Organización Mundial de la Salud reconoce que toca convivir con la amenaza del virus y de allí que insista en la prevención del contagio mediante el lavado de manos, distancia social, uso del tapabocas y evitar aglomeraciones.
NO ES FÁCIL DE DETECTAR
A propósito del tema y teniendo en cuenta la situación por la que atraviesa Barranquilla y el Atlántico, reflejada en las cifras de casos y de muertes por los efectos del virus, consultamos al internista e infectólogo, y actual director de Sicac (Sociedad de Infectólogos de la Costa Caribe Colombiana), Iván Zuluaga De León.
“El problema con este virus es que se transmite sigilosamente. No es fácil de detectar, porque digamos que las personas, en un porcentaje considerables de un 30 o un 40 por ciento, son asintomáticos, y pueden transmitirlo, sin que presenten síntomas. Entonces, eso lo hace peligroso”, sostiene el experto.
Además de eso, “el hecho que no se pueda conseguir un antiviral efectivo que, me parece a mí, es a donde se le tiene que apuntar, porque la vacuna la veo muy difícil por la sencilla razón que parece que no está dejando anticuerpos; es decir, las personas podrían reinfectarse con el mismo virus. De pronto las vacunas las ponen (a las personas) en desventaja”.
DIFÍCIL ERRADICARLO
Zuluaga, igual al planteamiento de la OMS, agrega que mientras no suceda alguna de esas dos cosas, una vacuna o un antiviral efectivo, hay que vivir con la dinámica del virus.
“Vendrán períodos en que habrá que tomar medidas de cerrar las ciudades, cuando de pronto se aumenten muchos los casos”, planteó.
También expresó que la esperanza que queda es que el virus así como aparece súbitamente, también puede ir perdiendo letalidad. Entonces, quedaríamos ahí al azar. No hay un periodo en que yo te diga: Mire esto va a pasar en tanto tiempo, no…”.
Para el internista, la Covid-19 es un virus impredecible debido a que es nuevo, se le desconoce su ciclo, y mientras no se obtenga más información de su origen y evolución es difícil erradicarlo o controlarlo de manera eficaz. Recuerda que algo similar se presentó con la influenza, pero de la que ya se tiene información y se puede predecir la manera de manifestarse en los meses de lluvia.
“Este no tiene un período porque apenas comenzó; lo estamos estudiando y no sabemos lo que puede pasar. Dar un pronóstico es difícil, porque apenas llevamos seis meses y no sabemos aún cómo se comporta. Es incertidumbre. No sabemos si va salir un antiviral que le quite la transmisión o una vacuna”, insiste Zuluaga.
EL AUTOCUIDADO
Al especialista la preocupa el momento en que la capacidad hospitalaria se desborde, por eso es la reiteración al ciudadano a procurar por su autocuidado con las recomendaciones dadas. Explica que en occidente, a diferencia de los orientales “que han vivido a la largo de la historia con pandemias más seguidas, ya ellos aprendieron”, hay que aprender a convivir con este flagelo.
“De pronto si usted ve el saludo de los orientales (la venia), todo ha sido aprendido; me imagino yo, de todo lo que han sufrido, porque nosotros, hasta el momento, no habíamos tenido una situación de esas…Toca cambiar hábitos y patrones culturales. Es de entender que la cuestión es de mucho más de limpieza. Mire usted que en el Mundial (de Fútbol en Rusia), los japoneses limpiaban los estadios cuando terminaban los partidos; es una cultura que, de pronto, viene marcada por ese tipo de temor a la naturaleza, temor respeto, que no tenemos en el occidente”.
Por último, Zuluaga advierte que aquí se debe luchar contra la estigmatización porque la gente no consulta frente a una sospecha de Covid-19 sino que, automáticamente, se aísla.
La idea, según su criterio, es que entre más rápido consulten y más rápido llamen a las autoridades de salud se facilita darles recomendaciones, bloquear las zonas de contagio de ellos, y para que la cosa no prospere tanto.
“La primera recomendación es no tener miedo. Tenemos que quitarle el miedo a la personas de que no puede alguien decir que tiene Covid-19, porque ya lo miran feo”, consideró.
A su juicio eso nos está costando que los pacientes nos están llegando en malas condiciones y, obviamente, los mitos de que los hospitales son un negocio, eso ha perjudicado mucho.
“Si la gente consulta con tiempo, algo se puede hacer para evitar que el paciente tenga un desenlace fatal”, concluye el infectólogo, quien también recomienda tener mucho cuidado con la desinformación que circula en las redes sociales.
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