El Grupo Argos cedió al Distrito de Barranquilla un lote de 30 hectáreas que se convertirá en el Bosque Urbano Miramar, sitio que en su mayor parte ya está arborizado y que resulta clave para absorber los contaminantes atmosféricos y generación de oxígeno.
Según cálculo de especialistas, el proyecto puede tener un potencial de captura de Co2 de 2.500 toneladas por año, lo que se constituye en un esfuerzo por avanzar en objetivos de sostenibilidad de la capital atlanticense.
Este lugar, que aumentará el espacio público verde de la ciudad y su área metropolitana se ofrecerá para actividades al aire libre como el senderismo y la práctica de deportes como el ciclomantañismo. Para la construcción de la pista se suscribió un convenio con el Ministerio de Deporte.
De acuerdo a lo expresado por el alcalde Jaime Pumarejo, el Bosque Urbano Miramar asegurará la conservación de fauna y flora local. Se estima que servirá como lugar de paso para el descanso de aves migratorias provenientes de Norte y Suramérica, como Calidris pusilla (Correlimos semipalmeado).
Con esta iniciativa se favorece la infiltración del suelo, su capacidad de retención hídrica y de recarga subterránea; reduce la erosión y sedimentación del suelo.
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