febrero 9, 2025

OIT presenta propuestas para reactivación económica con trabajo decente en Colombia

Con una tasa de desempleo al cierre del año 2020 del 15,9 % (un aumento de 5,4 puntos porcentuales respecto a 2019) y una reducción del PIB del 6,8 %, los impactos de la Covid-19 han causado efectos profundos en el mercado laboral de Colombia, nunca antes registrados en su historia.

Por ello la Organización Internacional del Trabajo, OIT, precisa que el gran desafío que tiene hoy el país es redoblar los esfuerzos para impulsar una recuperación con trabajo decente.

El informe Impacto de la Covid-19 sobre el mercado de trabajo colombiano y recomendaciones para la reactivación económica de la OIT, muestra que la pandemia ha afectado mayoritariamente a los grupos más desfavorecidos del mercado laboral: los jóvenes, las mujeres, y los trabajadores temporales (de quienes muchas empresas prescindieron manteniendo sólo al personal permanente).

Frente a este panorama, el Gobierno colombiano ha tomado un conjunto de medidas para contener el impacto de la pandemia, como se analiza en el Informe, destacando entre otras, la extensión hasta marzo de 2021 del Programa de Apoyo al Empleo Formal, Paef, que aumentó el porcentaje subsidiado de 40 a 50 % del salario mínimo de las mujeres contratadas, así como del personal en las actividades económicas más rezagadas por el impacto de la crisis: los sectores turístico, hotelero y de gastronomía, y las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación. Una política efectiva que la OIT recomienda extender por más tiempo.

A su vez, el informe destaca el impacto del Plan de Reactivación elaborado por el Gobierno Nacional, que contempla una inversión de 176 billones de pesos, financiado en un 50 % por recursos privados, con el que se esperan generar más de dos millones de empleos en los sectores de infraestructura, construcción de vivienda, proyectos energéticos, de energía limpia y de transformación digital.

Esta política que apunta a la generación de nuevos empleos podría ser complementada, de acuerdo al informe, con un programa de empleo temporal, que priorice la contratación de trabajadores no calificados, los más golpeados por la pandemia, para la construcción de pequeñas obras de infraestructura o la prestación de servicios comunitarios.

El informe recomienda que se aprovechen las oportunidades de inclusión en labores que no demanden mano de obra especializada y que podrían estar condicionadas con exigencias de cualificación de los trabajadores por medio de cursos en competencias básicas para los nuevos requerimientos del mundo del trabajo.

 

ERA DE TECNOLOGÍAS DIGITALES

La OIT habla de la importancia de proteger los derechos humanos y laborales en la era de las tecnologías digitales.

Indica que raíz del confinamiento y de la necesidad de mantener el distanciamiento físico, el teletrabajo se ha expandido rápidamente y ha crecido el trabajo en las plataformas digitales, como la mensajería y el reparto domiciliario.

Los trabajadores de plataformas operan bajo la figura del trabajo independiente y se han expresado preocupaciones por su limitado acceso a derechos laborales y a la seguridad social.

Estas nuevas modalidades y formas de empleo han hecho surgir la necesidad de contar con una regulación que asegure condiciones de trabajo justas.  Frente a estos retos, el informe subraya la urgencia inaplazable de promover un diálogo social entre los actores del mundo del trabajo (el Gobierno, empleadores y organizaciones de trabajadores), que permita construir un acuerdo sobre la reglamentación para estas formas de empleo, potenciando sus oportunidades para promover trabajo decente y contribuir con el desarrollo sostenible para todos y todas.

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