noviembre 2, 2024

Por bloqueos, solo 25 de 300 tractomulas diarias están llegando a Barranquilla

Los efectos del Paro Nacional, pero en especial de los múltiples bloqueos, tienen consecuencias directas en toda la economía del país, lo cual implica que al final, todos terminamos pagando esta cuenta.

Así lo advierte Asoportuaria, precisando que el sector portuario, al ser un reflejo del estado de la economía de un país, no escapa a esta realidad y que un ejemplo contundente se ve en las exportaciones de Coque, las cuales en más de un 70% se realizan a través de las terminales ubicadas en la Zona Portuaria de Barranquilla.

Este año en promedio, se recibían 300 tractomulas diarias, procedentes de Cundinamarca, Boyacá y los Santanderes, las cuales traían el producto a las distintas terminales portuarias. Luego estas mulas regresaban al interior del país transportando granel limpio (maíz, soya, trigo), acero, hierro, fertilizantes, cemento, entre otros productos.

Este flujo entre importaciones y exportaciones, permite que haya fletes de compensación y mantiene el abastecimiento en las distintas zonas del país, a unos costos razonables.

Advierte la Asociación que desde que iniciaron las protestas y debido a los bloqueos, el promedio de camiones llegando a la ciudad se ha disminuido en más de un 90%, recibiendo a duras penas y en el mejor de los casos unas 25 tractomulas diarias.

Esto representa que diariamente se dejan de exportar cerca de $2,050,000 de dólares en Coque, los cuales también representan impuestos y regalías que dejan de llegar a las regiones.

Sostiene Lucas Ariza, director ejecutivo de Asoportuaria, que más grave aún, es el efecto que ocasiona al no haber camiones para retirar los productos de los puertos que van hacia el interior del país.

“De no normalizarse los flujos de cargas en el retiro de mercancías de los puertos, podríamos estar en una situación en donde no se puedan recibir más mercancías, ocasionando un desabastecimiento general. Un caso muy sensible es el del maíz o el de los fertilizantes, necesarios para garantizar la alimentación de todos los colombianos”, expresó.

Anota que toda la industria agrícola, avícola y ganadera, depende de estos insumos para garantizar la productividad y bienestar de sus cultivos y de sus crías. No recibirlos en tiempo oportuno, tiene consecuencias inmediatas por baja productividad y riesgo de subsistencia, y consecuencias futuras, pues el alimento que les falte hoy, hará que bajen su producción futura también.

Subraya Asoportuaria que esto, por supuesto, acarrea un aumento importante en los precios de los productos, en especial de la canasta familiar. Solo los fletes terrestres entre el centro del país y las costas, han incrementado en más de un 40%, debido precisamente a la escasez de vehículos. Si a esto se le suma escasez de alimentos, la canasta básica puede aumentar a niveles insostenibles.

“Esto mismo lo podemos extrapolar a elementos tan esenciales para todos como el combustible, gas natural que en muchos casos es transportado por carretera, insumos médicos y hospitalarios, repuestos, etc., los cuales dependen del flujo de cargas para llegar a sus destinos y abastecer los centros de consumo”, comenta Ariza.

Según la agremiación, estas mulas que dejan de circular por las carreteras, dejan de consumir combustibles, de pagar peajes (solo el caso del Coque se estima en $550 millones de pesos diarios que dejan de pagar en peajes), y de generar ingresos a múltiples sectores formales e informales de la economía.

“Las cadenas de suministro para que funcionen, deben continuar en movimiento. Son frágiles y muy sensibles a cualquier interrupción. La pandemia, de la cual no hemos salido, demostró que incluso en los países más desarrollados, el desabastecimiento puede ser generalizado y muy riesgoso cuando estas cadenas se interrumpen”, sostiene el dirigente gremial quien precisa que desde Asoportuaria, realizan de nuevo un llamado a la sensatez y a que todas las diferencias sean resultas a través del diálogo y sin afectar los derechos de 50 millones de colombianos, que sin distingo de estatus económico, terminaremos pagando la cuenta.

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