Durante la más reciente versión de Góndola, el evento más representativo del sector retail en Colombia, que se realiza en Cartagena, Fenalco dio a conocer los resultados del más reciente Censo Nacional de Mermas realizado por la firma consultora We Team, con el apoyo de Sensormatic.
El informe señala que si bien durante el aislamiento preventivo obligatorio derivado de la pandemia por Covid-19, los robos (internos y externos) a supermercados se redujeron considerablemente, no fue lo suficiente para acabar con el fenómeno.
“Según el Censo, todos los controles biosanitarios impulsaron un modelo “temporal” que complicó el accionar de las bandas y de los ladrones ocasionales, ayudando a minimizar el impacto de los robos, que el año pasado alcanzaron una cifra cercana a los 112 mil millones de pesos”, afirmó Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco.
Durante el año anterior el 20% de la merma (disminución del inventario) en almacenes y supermercados del país obedeció a la modalidad de robo. Unos 38 mil millones corresponden a robos cometidos por funcionarios o empleados y 73 mil millones pertenecen a robo externo. Cabe mencionar que en las dos modalidades hay participación de bandas dedicadas a este flagelo.
En el periodo enero- diciembre de 2020 se registraron 32.104 casos de robo en grandes superficies, una reducción de 78% frente al 2019 en condiciones normales. Esta reducción, según el informe de Mermas, confirma la efectividad de medidas que solo pudieron ser tomadas en época de pandemia, pero que como efecto colateral mejoraron la seguridad al interior de los comercios.
Adicionalmente, el informe registra que las bandas delincuenciales se vieron más expuestas. Los controles cotidianos dificultaron su accionar, y no lograron encontrar medidas que les permitiera mantener un buen flujo de mercancías robadas.
EL TOP 15 DE LOS MÁS ROBADOS
En esta edición del censo se amplió el top 10 a un top 15, para poder evidenciar con mayor claridad el comportamiento de los artículos más vulnerados. Esta tabla permite ver cómo el fenómeno es consistente en artículos de baja protección, pero no desatiende a aquellos que son de buena reventa en mercados negros.
La lista la componen, golosinas en minigóndolas, licores, atún/enlatados, gaseosas, productos cárnicos / Carnes frias, leches, granos (lentejas – arroz), cuchillas de afeitar, artículos de aseo personal, digitales (Electrónicos), galletería, droguería / OTC, carnes frías, ropa en general y carros HotWheel.
MENOS COMIDA DESPERDICIADA
El censo también mostró que los desperdicios en Colombia mostraron una reducción en su participación del fenómeno de la merma operativa, pasando del 26% al 22%.
La pandemia, generó comportamientos distintos en el proceso de compra por parte de las cadenas, que buscaron optimizar al máximo dicho elemento. El consumidor, al estar expuesto a varias restricciones, también contribuyó a minimizar el fenómeno, al cambiar sus hábitos de compra.
El retail disminuyó en 11% las toneladas que se desperdiciaron, siendo un resultado positivo, que ayuda a los indicadores de la organización y a generar menor desperdicio en el país.
El fenómeno se redujo en la comercialización, pero es posible que los hogares, con una sobre compra, pudieran generar mayor desperdicio. La coyuntura y la baja donación a bancos de alimentos o entidades que puedan utilizar estos productos, sigue generando inquietudes y expectativas de mejores procesos de logística inversa, que puedan beneficiar a más sectores vulnerables de la sociedad
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