La Dimar, a través de la Capitanía de Puerto de Barranquilla, luego de batimetrías y análisis fijó 6,2 metros el calado autorizado sin restricción para el ingreso y salida de buques de hasta 180 metros de eslora, a la zona portuaria de Barranquilla, lo que prácticamente es un cierre del puerto porque la mayoría de embarcaciones que ingresan a la ciudad vienen calando más de ese nivel.
Con restricción pueden ingresar con un calado de 6,2 y hasta 6,6 metros buques hasta 200 de eslora
Estos calados se fijaron ante la alta sedimentación en los kilómetros 0, 11, 14 y 21, que se presenta por factores atmosféricos.
Todas las motonaves superiores a 180 metros de eslora y/o calado de 6.2 metros tendrán previo análisis de las condiciones para su ingreso.
“Se procederá a realizar análisis en la maniobrabilidad de cada embarcación que se encuentre sobre los límites máximos permitidos y se estará informando sobre los avances del sector de acuerdo con las intervenciones y afectaciones que se vienen presentando”, anotó la Capitanía de Puerto, agregando que se estará informando previamente las consideraciones de seguridad que requieran ser adoptadas.
Solicitó además a la comunidad náutica y ribereña en el sector Las Flores extremar las medidas de seguridad de las lanchas y embarcaciones propias que se encuentran cercanas a la ribera del Atlántico, debido al tránsito de embarcaciones mayores en ese sector en el canal de acceso.
La situación de canal de acceso preocupa a Asoportuaria que precisa que “Las afectaciones por la nueva restricción son incalculables para usuarios de la Zona Portuaria en general. La draga presente en la ciudad aduce no poder intervenir en el canal por no tener condiciones apropiadas. Mientras tanto el puerto bloqueado”.
Ante esta nueva crisis, la administración Distrital afirma que la APP del río y Zona Marítima Portuaria son las soluciones de fondo.
Afirma el alcalde Jaime Pumarejo, que con la puesta en funcionamiento de ambas iniciativas, Barranquilla será un eje de desarrollo regional, con amplia capacidad para la generación de empleo e impulso de la industria local y nacional. Para el alcalde Jaime Pumarejo lo importante es que ambos frentes están en marcha y que el impacto será duradero en la productividad del país.
“Con estas dos grandes apuestas, Barranquilla se pondrá a tono con los grandes puertos del mundo. Un río navegable, que ha sido el sueño del país hace muchos años, y un puerto de aguas profundas que se convierta en un impulsor de los puertos actuales, con los que trabajaría en una cadena de desarrollo. Ambas son reales y están en marcha. Pero sabemos que en el corto plazo hay problemas que es necesario resolver de manera confiable, por eso necesitamos que la empresa dragadora reasuma los trabajos de inmediato y con celeridad, que haga el esfuerzo para continuar. Todos debemos aportar nuestro compromiso para resolver la situación”, expresó el mandatario.
El Distrito de Barranquilla, junto al sector portuario y Cormagdalena -responsable del manejo directo de la navegabilidad del río- avanza en la búsqueda de alternativas para encontrar soluciones inmediatas a la situación de restricción de la profundidad autorizada por la DIMAR este domingo.
El jefe de Asuntos Portuarios del Distrito de Barranquilla, José Curvelo, se unió a la solicitud de Asoportuaria de llevar a cabo un estudio que identifique cuáles son las verdaderas causas del comportamiento atípico del río. “Antes, los dragados duraban tres y cuatro meses. Hoy, con más metros cúbicos removidos, en dos o tres días se registra una situación incontrolable. Debe hacerse un estudio para determinar causas de la sedimentación y hacer obras y dragados de manera más eficiente. Valoramos el esfuerzo del Gobierno nacional al hacer esta inversión en nuestro canal navegable, pero hoy la situación no da espera”.
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