*Producción de energía debe estar soportada en los recursos que se tienen a la mano y complementarla con energías renovables no convencionales. Si hay Niño este año, nuevamente las plantas térmicas evitarán racionamientos.
Por SANTOS SUÁREZ BADILLO
Director de EL NORTE y elnorte.com.co
Con las cifras sobre crecimiento económico acelerado que se vienen registrando en el país, se hace necesario contar con un sector eléctrico cada vez sólido y en expansión para responder al desafío de la creciente demanda de energía que exige el actual y futuro escenario del aparato productivo.
En ese orden de ideas la generación térmica ha jugado, juega y jugará un papel clave y protagónico, dada su demostrada eficiencia, confiabilidad y disponibilidad, aportes que contribuyen en gran manera a la eficiencia del Sistema Interconectado Nacional.
Con un Producto Interno Bruto en ascenso, el consumo energético también crece y es precisamente lo que está sucediendo hoy. A noviembre del 2021, ese incremento fue del 6,65 por ciento en todo el país y en la región Caribe alcanzó el 12,25 por ciento, prácticamente el doble del promedio nacional.
Ha sido tal el crecimiento de la demanda de energía, que incluso ha superado las proyecciones más optimistas de la Unidad de Planeación Minero Energética, Upme; y es superior a los registros de prepandemia.
“Sin duda Colombia tiene que asegurar su abastecimiento de energía para poder soportar ese crecimiento económico que está presentando el país y el crecimiento económico que se viene hacia adelante”, planteó el presidente de la termoeléctrica TEBSA, Luis Fernández Zaher.
El sector térmico ha hecho énfasis en que esa producción de energía debe estar, como hasta ahora, soportada en los recursos que se tienen a la mano y complementarla con energías renovables no convencionales.
De esta manera, si bien las renovables no convencionales como las energías eólica (producida con el viento) y la solar (con los rayos del sol) son importantes para el país y vienen desarrollándose, tienen que ser vistas como un complemento y no como un reemplazo de las tecnologías que están operando actualmente en el país.
EXPERIENCIAS INTERNACIONALES
Vale señalar que estas fuentes son intermitentes, porque ni el sol ni los vientos son permanentes, por lo que en muchas ocasiones y por razones atmosféricas, no pueden ser utilizadas.
También es importante tener en cuenta las experiencias negativas de la utilización en grandes cantidades de las no convencionales y descarte de las termoeléctricas, en diferentes países como Chile, Alemania, España e Inglaterra y California en Estados Unidos, donde se han registrado racionamientos y el costo de las tarifas se ha disparado.
“Es muy importante tener en cuenta las experiencias que se están dando a nivel internacional en países desarrollados y aprender de esas experiencias, de cómo se implementó la expansión de esa clase de energías; hay que tomar nota, de manera que podamos implementarlo adecuadamente en Colombia”, sostiene el presidente de TEBSA y CEO de Termocandelaria.
Fernández llama la atención sobre el nivel de consumo per cápita de energía que registra Colombia en la actualidad, siendo uno de los más bajos de Latinoamérica. Y dice que en la medida en que vayamos desarrollándonos como lo estamos haciendo a partir del 2021, ese indicador se va a incrementar.
“Por lo tanto es importante contar con todos los recursos energéticos para poder alimentar esa demanda, pero también hacerlo de una manera adecuada para que no nos genere la problemática que hemos visto en otros países”, subraya.
Añade que en ese sentido la generación térmica sigue siendo, como lo ha sido en los últimos 20 años, fundamental para la adecuada atención de la demanda en situación normal en la región Caribe, que requiere la generación día a día que disponen las plantas termoeléctricas; y en en todo el país cuando hay la ocurrencia de un fenómeno de El Niño.
A propósito de esto último, todo apunta, según los expertos, a que en el segundo semestre se registrará un fenómeno de El Niño que no ocurre en Colombia hace unos siete años. Si eso sucediera, nuevamente las plantas térmicas evitarán un apagón en el país y cuantiosas pérdidas para el sector productivo y la economía en general.
GARANTIZAR QUE SE EXPANDA
Este escenario, incluyendo una irrupción importante de generación renovable no convencional, traerá consigo un incremento de respaldo de generación térmica. “Entonces hay que garantizar que la generación térmica permanezca, sea económicamente viable y que se expanda de acuerdo con las necesidades que tiene la conformación de nuestro Sistema Interconectado Nacional”, considera Fernández Zaher.
En esa dirección resulta clave contar con una regulación estable, no cambiante, que permita mantener el interés de inversionistas internacionales en proyectos tan costosos como las plantas termoeléctricas.
Así las cosas, según lo planteado por el alto ejecutivo, es importante que Colombia pueda contar con tales recursos de generación de energía firme como la térmica a gas, carbón y otros combustibles, que se van a requerir sí o sí para que el país tenga esa garantía de confiabilidad energética que le ha permitido en los últimos 20 años superar fenómenos de climatología crítica como El Niño.
Igualmente, esa disponibilidad le ha permitido al Caribe colombiano, por donde se está desarrollando Colombia, contar con la energía que la ubica como la región con el mayor nivel de consumo a nivel nacional.
Esto demuestra que la generación térmica no solamente se requiere para afrontar con éxito fenómenos de El Niño, sino que se necesitan permanentemente para el desarrollo económico.
A lo anterior se suma el impacto social que genera el sector térmico del país, gracias a la gran cantidad de empleos que produce y el intenso trabajo con las comunidades en temas como educación, salud, deporte y apoyo a emprendimientos entre otros.
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