EDITORIAL: Evitar que la inflación se desborde

Por SANTOS SUÁREZ BADILLO
Director de EL NORTE

No son buenos momentos los que se viven en el mundo, por diferentes razones: Una pandemia, que aunque ya debilitada, deja millones de muertos; la arremetida rusa contra Ucrania que amenaza con el estallido de la tercera guerra mundial, la crisis en el transporte internacional de mercancías y la agudización del calentamiento global, entre otras.

De una u otra forma todo eso golpea a todos, incluyendo a las economías emergentes como la colombiana, que hoy afronta una inflación al alza, impulsada principalmente por los elevados precios de los alimentos, que debilita el bolsillo, especialmente de la población ya empobrecida.
Sin duda que se trata de un escenario cada vez más complejo, por cuanto las turbulencias internacionales son cada vez más preocupantes y generan incertidumbre de todo orden.

El conflicto ruso-ucraniano afecta la agricultura colombiana, porque de esos países se importan insumos como la urea que es un fertilizante que resulta de la mezcla de varios elementos químicos.

Cifras del Consejo Nacional de Secretarios de Agricultura de Colombia, Consa, señalan que el 42% de este producto que consume el país, proviene de Rusia en un 29% y de Ucrania en un 13%.

Quiere decir que a uno de los países que menos le conviene la guerra entre esas dos naciones, es al nuestro. Si escasea la urea vamos a tener problemas de oferta de alimentos más graves y por ende sus precios van a crecer más de lo que han aumentado.

Pero no son solo fertilizantes los que Colombia importa en grandes cantidades, también diversidad de productos agrícolas. Por el problema de escasez de contenedores en el mundo para transportarlos, sus precios aumentan cada día.

El valor de las importaciones de Colombia en este rubro se acerca a los 6.000 millones de dólares. Por ejemplo, de Estados Unidos trae aceites y grasas vegetales, carnes procesadas de cerdo, productos de molinería, galletas y productos de panadería, almidones y féculas entre otros.

Por ello hay que actuar con mucha cautela y sabiduría ante este escenario, y aplicar medidas prontas y eficaces para, de alguna forma, controlar las alzas que podrían desbordarse.

Una de ellas es incrementar a gran escala la producción de alimentos en Colombia, de tal suerte que con el tiempo dejemos de ser el país tan importador de productos agrícolas que somos hoy. Eso hay que hacerlo desde ya, sin que haya que esperar a que se monte el nuevo gobierno.