febrero 8, 2025

La controvertida exigencia sexual de Jennifer López para casarse con Ben Affleck

Después de haber recibido el anillo de compromiso, paso previo a la unión matrimonial con su colega de oficio, la afamada actriz Jennifer López disparó las audiencias de sus redes y la de los medios de comunicación del mundo, tanto serios como escandalosos, al conocerse detalles de sus condiciones para ir al altar.

Se filtró, hace una semana, que la diva, de 52 años, dejó en escritura de su puño y letra que dentro de las obligaciones maritales de Affleck, de 49 años, es que debe hacerle el amor, mínimo, cuatro veces a la semana.

El tema ha dado hasta para editorializar sobre este tipo de condicionamientos entre parejas y es que, para dar el paso hacia el matrimonio, se supone, todo debe fluir sin presiones, de manera natural, de lo contrario esto se convierte en cuotas para conflictos inmediatos.

La historia de este par de estrellas del cine y el espectáculo mundial tiene un antecedente de cerca de 20 años, cuando en el 2002 revelaron que se casarían en el 2004, pero no llegaron a consumar el hecho. Cada uno cogió su camino y en el recorrido no se hicieron esperar los escándalos, los nuevos amores y etcétera…

Lo más reciente es que Jennifer se dejó con el exbeisbolista Grandes Ligas, Álex Rodríguez, por las recurrentes infidelidades del deportista y porque nunca le definió si se casaban o no; y Affleck partió cobijas con Jennifer Garner, por cansancio de ella al verlo convertido en un alcohólico, pervertido sexual y hasta golpeador de mujeres

“A nadie debe sorprender este tipo de cosas. Son dos personajes que les incomoda estar por fuera de la actualidad farandulera, y hacen hasta lo imposible para que siempre hablen de ellos, bien o mal. Viven enfermos de fama y no soportan la indiferencia social”, comenta un exmánager de artistas, quien reconoce que es un trabajo que, en muchos casos, se aleja de lo honesto y lo ético, pero como pagan bien se hace.

“Ahora con las redes sociales y los escándalos mediático que se divulgan en complicidad con la mayoría de los medios de comunicación hay muchísimas vainas que son puros inventos chinos. He visto artistas que no caben de la felicidad cuando son reconocidos en las calles o lugares públicos, y hasta hacen gestos de estar ‘cabreros’ por el acoso, todo eso hace parte de la pantomima; pero en su intimidad son personas con problemas serios de convivencia, depresivas, viciosas, complicadas, no se aguantan ni ellas mismas…”, manifiesta.

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