El inicio de obras de mantenimiento de la Carrera 38 en cercanías a la Circunvalar, por parte de la administración distrital, provocó un gigantesco trancón que superó las tres horas, afectando varios puntos de esa parte de Barranquilla.
Fue tan grande el trancón que afectó la movilidad en Campo Alegre, la Circunvalar, Las Estrellas y la Cerrera 38 desde la calle 100 hasta la 109.
El caos fue total desde las 7 de la mañana cuando cerraron la vía y comenzó la maquinaria a movilizarse para arrancar la fase previa a la instalación de la capa asfáltica.
Los reguladores de tránsito no pudieron controlar la situación y se ausentaron en medio de un leve aguacero de media hora, luego volvieron y tratan de controlar lo que para algunos es un trancón histórico en la zona.
Se cuestiona la falta de coordinación entre el contratista y las autoridades de tránsito de la ciudad para evitar el impacto negativo de los mencionados trabajos para el tema de movilidad, teniendo en cuenta que por esa vía se movilizan diariamente miles de vehículos de todo tipo, incluyendo camiones, tractomulas, buses, taxis y carros particulares.
Con ese escenario resulta insólito que se cierre la vía sin antes tener listo un plan de contingencia para mitigar el impacto en la movilidad, que trae consigo perjuicios de toda índole.
Ante la magnitud del problema se vieron en la necesidad de suspender provisionalmente el cierre de la 38 para que comenzaran a fluir nuevamente los carros represados por todas partes, incluyendo todas la calles y carreras del barrio Las Estrellas.
Lo que se hizo por parte del contratista de la obra y la Secretaría de Tránsito del Distrito es una muestra reprochable de improvisación en un tema tan importante para la competitividad de la ciudad como es la movilidad.
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