Colombia cuenta con un sector eléctrico cada vez más sólido, en razón a su confiabilidad y diversificación de su matriz de generación, que le han valido reconocimiento internacional.
En la actualidad transita por una senda de carbono neutralidad, lo que significa mayor eficiencia con disminución del impacto de emisiones de gases de efecto invernadero para producir un kilovatio-hora.
Todo esto va acompañado de la evolución de la tecnología y los procesos de eficiencia energética, además de la inclusión de una manera responsable de las todas las energías renovables no convencionales que puedan entrar al sistema.
Expertos en el tema como el presidente de la Generadora y Comercializadora de Energía del Caribe, GECELCA, Andrés Yabrudy, plantean que el país va hacia allá y que en esencia es una combinación entre la inclusión de las renovables y una transición en una senda de carbono neutralidad hasta el 2050.
Sostiene que a pesar de las dificultades que se tienen en este tipo de desarrollos, Colombia es un país con un balance energético para poder atender la demanda de energía y que ha abierto sus puertas de una manera importante a la inclusión de las fuentes renovables.
Su matriz energética, compuesta en un 70 por ciento por generación hidráulica y un 30 por ciento de la térmica, ahora es complementada por las renovables no convencionales como la solar y eólica.
“Entonces yo creo que sí es un sistema sólido, un sistema maduro y que está preparado para transitar por esta senda de carbono neutralidad y para atender los crecimientos de la demanda”, expresó.
ALGO SE ESTÁ HACIENDO BIEN
Luis Fernández, presidente de Termobarranquilla, S.A., TEBSA, dice que al sector eléctrico colombiano se le ha reconocido a nivel internacional su solidez, confiabilidad y eficiencia en precios, por lo menos en lo que corresponde a los del mercado de energía.
Se refirió al hecho que desde finales del segundo semestre del año 2021 y en lo corrido de 2022, los precios de energía en economías desarrolladas como las europeas, han estado impactados por la variabilidad climatológica que ha afectado la operación de los recursos renovables no convencionales, principalmente en Alemania, España e Inglaterra. A lo anterior se le suman los efectos que ha tenido la guerra de Ucrania en los precios de los combustibles que han afectado los precios de la energía.
“Al comparar ambos escenarios encontramos que mientras en la bolsa de energía en Colombia se registran precios de 100 pesos, en Europa se han presentado valores que van de los 300 a 700 euros por megavatio-hora.
Luis Fernández sostiene que algo se está haciendo muy bien en el esquema del sector eléctrico, “o algo ha funcionado muy bien en el diseño de la arquitectura de nuestro mercado, que ha permitido que Colombia esté relativamente aislada a estos schocks internacionales que están impactando estas economías desarrolladas”.
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