La construcción de las Agendas de Desarrollo Sostenible fue un ejercicio conjunto, teniendo como protagonistas principales a las comunidades de Piojó, Luruaco y Sabanalarga en el Atlántico; y Santa Rosa De Lima, Santa Catalina, Clemencia y Villanueva en Bolívar, quienes proyectaron el desarrollo de estos municipios hacia el 2041.
Este trabajo de gran impacto social, dada la trascendencia que a futuro tendrá su implementación como hoja de ruta para mejorar la calidad de vida de los miles de habitantes de estas poblaciones, fue promovido por ISA y sus empresas, en conjunto con el PNUD y la Fundación Barco.
El evento de entrega de las agendas se cumplió en la Casa de la Cultura de Sabanalarga. Los documentos fueron entregados a líderes de los pueblos beneficiados, quienes expusieron sobre cómo visionan sus territorios dentro de 20 años.
LURUACO: TURISMO RESPONSABLE
En su Agenda de Desarrollo Sostenible se plantea que en 2041, uno de los emblemas gastronómicos del Atlántico, Luruaco, será un territorio creativo, de belleza sin par, donde primen los derechos de sus comunidades, el deporte, la cultura, la gastronomía y se promueva un turismo responsable que proteja el ecosistema.
Además, una comunidad participativa que tendrá en cuenta el talento humano, la visión estratégica y se presten servicios de alta calidad y goce de infraestructura adecuada, con apropiación del conocimiento para el bien común.
Es, en resumen, cómo lo visiona también Arelis Llanos, una luruaquera que se unió al ejercicio de proyectar su territorio mediante el aprovechamiento de su potencial turístico de manera responsable, desde distintas ofertas como la ecológica, la gastronómica y la cultural.
“Si vamos a hacer turismo, tenemos que hacerlo de manera responsable, tanto con los recursos naturales, como con las personas. El ser turístico no es simplemente traer cierta cantidad de personas a mi territorio. Ese turismo lo visionamos así, desde un turismo responsable”, manifiesta.
Agrega que habrá una educación de calidad y promotora del empoderamiento en los jóvenes desde lo profesional y lo laboral; que se destierre la desigualdad social, mediante la inclusión de las comunidades; que haya garantías de una buena infraestructura de servicios básicos tanto en lo urbano como en lo rural; y acogida a todas las herramientas tecnológicas que se han convertido en claves para el desarrollo sostenible de los pueblos.
CLEMENCIA: INDUSTRIA Y ECOTURISMO
Vivir en un municipio que tenga en cuenta la inclusión, la participación y la transparencia administrativa; que impulse la formación, el liderazgo político y social; que fomente la economía industrial y ecoturística, contando para ello con servicios de alta calidad, eficientes y de amplia cobertura, desean habitantes de Clemencia, territorio en el norte de Bolívar.
Que la municipalidad sea reconocida por su diversidad sociocultural; por sobresalir en lo artístico y deportivo; que tenga una infraestructura de servicios adecuada y en armonía con la sostenibilidad ambiental, haga posible una vida feliz y en paz para sus habitantes.
Así quieren verse y lo dejaron sentado en un ejercicio participativo en el que varios de los habitantes manifestaron que son un pueblo campesino, tratando de salir adelante. “Somos personas de bien, agradables, con las que uno puede compartir. Usted viene a Clemencia y no le da ganas de irse”.
Demandan fortalecimiento de un sistema educativo moderno, como punto de partida hacia un mejor futuro. “Hay bastantes muchachos que se están preparando en universidades y en buenos colegios. Buscan la oportunidad de ascender, de tener un liderazgo, un trabajo y de seguir adelante”.
PIOJÓ EQUILIBRIO AMBIENTAL
En un horizonte de 20 años, muchos habitantes de Piojó, municipio del Atlántico, ven un territorio comprometido con la protección y la conservación de los recursos naturales; un equilibrio ambiental que garantice el futuro de las generaciones; y la formación de nuevos talentos que conserven su riqueza típica y cultural.
Además, que se disponga de una gestión pública que dé garantías a la participación ciudadana, a la prestación de servicios sociales de alta calidad; a la infraestructura que ha impulsado el desarrollo tecnológico que potencia el ecoturismo y la competitividad.
“A Piojó lo visualizamos como un municipio ecoturístico por excelencia. Estamos encaminando todos los esfuerzos, desde las comunidades, desde el Gobierno Municipal para que sea competitivo y podamos atender a nuestros turistas, de verdad como se lo merecen”, comenta Jairo Jiménez, quien recoge el sentir de sus paisanos.
Él asegura que es tierra acogedora con una riqueza natural atractiva y destaca la Reserva del Palomar, espacio de 772 hectáreas con un protegido bosque seco tropical, en el que hay especies endémicas nativas, como el venado y el zaíno en conservación; el Cerro La Vieja, apropiado para el avistamiento de aves y en el que se han detectado 327 especies; y las cuencas de agua de Los Charcones y Cantaduría, entre otros sitios.
“Hemos trabajado y liderado procesos en los cuales nos ha permitido estabilizar esa naturaleza y conservar esos recursos naturales que hoy le dan oxígeno al mundo, al país y por ende proyectar, que no es planificar, 20 años más de trabajo, de esfuerzo con una comunidad; que los gobiernos sean incluyentes para ser forjadores de desarrollo de paz, con una sociedad equilibrada y podamos brindar la seguridad que Piojó ha demostrado en los últimos años”, dice .
SABANALARGA: EDUCACIÓN INNOVADORA
En el 2041, la ‘Cuna de la Inteligencia’ del Atlántico, el municipio de Sabanalarga, espera haber recuperado y afianzado ese reconocimiento mediante la adopción de un sistema educativo innovador y enriquecedor de su patrimonio e identidad.
En síntesis, los sabanalargueros quieren volver a ser el epicentro del desarrollo incluyente equitativo, de contenido empresarial y sostenible, con obras y servicios de alta calidad. Ello lo visionan, a través del trabajo constante, en el que la juventud juegue un papel fundamental y preponderante.
Jennys Matos, habitante de Sabanalarga, destaca que ese trabajo constante debe tener como base una educación de calidad, garante de oportunidades y motor de un desarrollo equilibrado, en el que no prime la estratificación social por ser, según ella, factor delimitante en el avance de las comunidades hacia el buen vivir.
“Que el desarrollo de nuestro municipio sea a través de la educación y se vea reflejada en que la ‘inteligencia es peste’ en nuestro municipio, porque tenemos buena educación, porque tenemos buenas escuelas, buenas universidades”, dice Jennys, quien también ve en su municipio un potencial turístico visible gracias a su diversidad natural.
Es partidaria que se mire la experiencia que llevan a cabo 74 jóvenes de la institución educativa oficial del corregimiento La Peña, convertidos en guardianes ecoturísticos del Embalse del Guájaro, y replicarla en el corredor turístico del Departamento.
“Se trata de que seamos visibilizados en esta ruta turística, que tengamos un registro nacional de turismo, que seamos reflejados en el desarrollo que tenemos, de nuestra laguna que es la perla preciosa que Dios nos ha dado, la Laguna de la Peña, la Laguna de Aguada de Pablo; que ese Proyecto de la Subregión del Guájaro sea visible con todo lo que construimos en nuestras mesas de trabajo”.
SANTA CATALINA: TERRITORIO ECOTURÍSTICO
Dentro de 20 años, los residentes de este municipio del departamento de Bolívar, en límites con el Atlántico, quieren ser vistos como un territorio ecoturístico biodiverso, en el que el respeto por la naturaleza sea una filosofía de vida y un compromiso de todos.
“Una comunidad empoderada de su ancestralidad, pacífica, emprendedora y pluricultural, en donde sus habitantes vivan con dignidad. Haya agua potable, salud y educación de alta calidad, saneamiento básico y una infraestructura eficiente. Y poner los recursos naturales para la transición a la energía limpia, transformación y encadenamientos productivos”, señalan habitantes acerca del futuro de su municipio.
Uno de ellos es Luis Tovar, quien es reiterativo en afirmar que su deseo es ver su territorio con todas sus necesidades básicas satisfechas, ambiental, social y económicamente sostenibles.
“Pero para que eso se dé se requiere que en los espacios, en donde se toman las decisiones, lleguen verdaderos sujetos políticos, capaces de transformar las realidades, pero de manera sostenible, que no es lo mismo”, afirma.
“En Santa Catalina sí hay el potencial para salir adelante. Lo que está de moda hoy es el turismo y vamos a aspirar que sea un turismo sostenible. Tenemos una hermosa área estuarina que hace la transición entre el mar y las comunidades que se conoce como Bahía la Redonda.
Este cuerpo de agua es diverso, desde todo punto de vista; desde manglar, crustáceos, moluscos, peces y aves. O sea que está el potencial allí para el avistamiento de aves, para el turismo recreativo, para el ecoturismo que, lógicamente, si todo eso se hace bien va a ser un aporte grande para la economía de nuestro municipio”, sostiene Luis.
VILLANUEVA: CORREDOR GASTRONÓMICO
Estar alineados con comunidades organizadas, conocidas por su liderazgo y participación en ejercicio de derechos y deberes, que cuentan con un gobierno efectivo y transparente, garante de servicios de alta calidad, salud humanizada, educación con docentes cualificados y comprometidos que promueven la investigación y el uso de las TICs, es el pensamiento esperanzador en residentes del municipio de Villanueva, norte de Bolívar, en los próximos 20 años.
También desean que se preserve su patrimonio cultural; se fortalezca su economía, que se basa en la producción agropecuaria; apoyo al talento humano; al fomento de las tecnologías limpias; y sea reconocido el municipio como un atractivo corredor gastronómico subregional.
“¿Cuál es el futuro de Villanueva 2041?… Cuando me hacen esta pregunta se me vienen tantas ideas a la mente; me imagino una Villanueva llena de oportunidades, con vías de excelente calidad, con buenos escenarios deportivos, que motiven a las nuevas generaciones; con una institución bien dotada y con elementos necesarios para brindar educación de calidad; con una economía sostenible, que redunde en una buena calidad de vida para la comunidad, incluyendo las veredas que hacen parte de nuestro municipio”, comenta Juan Diego Martínez.
SANTA ROSA DE LIMA: GOBIERNO DE PRINCIPIOS POR EL BIEN COMÚN
Los santarrosanos visionan un terruño gobernado con los principios de la eficiencia y la transparencia; al igual que la adopción de sistemas de participación comunitaria, de inclusión y formación de la ciudadanía.
Consideran que es el punto de partida para superar necesidades como la falta de empleo, mejorar las oportunidades de comercializar servicios y productos, garantizar infraestructura básica de calidad, educación de alto impacto, salud de amplia cobertura y excelencia.
De igual manera, mayor impulso al desarrollo de las diversas manifestaciones artísticas y culturales en pro de fortalecer el arraigo y el orgullo de los residentes en esta población del norte de departamento de Bolívar.
Uno de sus jóvenes residentes, Jhoiser Caballero, expresa que él quiere ver a Santa Rosa, en el 2041, como un municipio con una mejor infraestructura de las instituciones educativas, “porque ahora mismo, ¿Quién le gusta estar en un lugar en donde no se siente bien?… A nadie”.
Indica que no hay condiciones que estimulen a los estudiantes a seguir en la lucha de superación por medio de la educación. “Ahora mismo no estamos en las mejores condiciones; en un salón en donde deberían estar por mucho 20 estudiantes, están 40, 45 y con este calor es horrible. Aquí estamos con aire acondicionado y hace calor. ¿Se pueden imaginar esos estudiantes que están ahí, 5, 6 horas al día…?”.
De allí que Jhoiser insista en su deseo de ver a su municipio con instituciones educativas modernas, con educación de calidad, que los jóvenes se levanten, cada mañana, con deseos de ir a estudiar, incluso de quedarse horas extras en una buena biblioteca leyendo un libro.
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