El golpe de una reforma tributaria ambiciosa, histórica y necesaria

*Con mensaje de urgencia el Ministerio de Hacienda busca que el Proyecto de Ley sea tramitado lo más pronto posible.

El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, expresó que en Colombia hay dos elementos que son preocupantes por su impacto en el crecimiento de la economía y que para superarlos espera contar con el apoyo del sector privado.

El primero de ellos, indicó, es el déficit comercial del país y el déficit de cuenta corriente que está en niveles extremadamente elevados, y eso pese a que los precios de productos básicos que exporta el país están en niveles muy altos.

De acuerdo con el ministro, ese contexto generará unas necesidades de fomento exportador, por eso indicó: “Esperamos contar con un sector empresarial pujante que nos ayude a diversificar nuestra estructura exportadora, incluso para en algunos años dejar de depender tanto del petróleo como producto de exportación”, precisó el ministro Ocampo.

Añadió que el otro contexto complejo es la situación fiscal, que este año ha mejorado en forma importante debido a la reactivación que ha tenido la economía, que ha generado unos ingresos tributarios importantes. Pero, de todas maneras, precisa el funcionario, el déficit fiscal del Gobierno Nacional es del 5.6% del Producto Interno Bruto y a eso hay que agregarle 3 puntos de déficit del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles.

“Es un contexto complejo que va a exigir de todas maneras un ajuste fiscal adicional, además con unas demandas sociales inmensas que tenemos. Por esa doble demanda de recursos para esos programas sociales pero también para cumplir la regla fiscal de Colombia, a la cual estamos comprometidos, es el motivo por el cual propusimos al Congreso la República una reforma tributaria que se enfoca básicamente en eliminar beneficios tributarios sobre todo para personas de altos ingresos, pero también algunos del sector empresarial; combatir la evasión tributaria en forma mucho más decidida para ayudar a obtener los ingresos públicos para beneficiar a los sectores pobres de la población a través de un mayor gasto social”, explicó el jefe de la cartera de Hacienda.

“Esperamos contar con el apoyo del sector privado en estos dos elementos que hacen necesaria una reforma tributaria ambiciosa”, señaló Ocampo.

ALGUNOS DE LOS PUNTOS

En términos generales en la reforma tributaria presentada, se limitarán los beneficios tributarios para las personas que tengan ingresos superiores a los diez millones de pesos mensuales y que tan solo representan el dos por ciento de la población. Habrá mayor control a la evasión. La tasa impositiva de las empresas no subirá. Se limitarán los beneficios tributarios a las personas jurídicas.

El proyecto incluye impuestos a las emisiones de carbono y de salud pública, es decir, los que cobijan a las bebidas azucaradas y a los alimentos ultra procesados. Habrá mayor control a los beneficios que tienen las importaciones a través de envíos postales.
Además, disminuye las exenciones inequitativas de las que gozan las personas naturales de más altos ingresos y algunas empresas. No habrá IVA para la canasta familiar. Se eliminan los tres días sin IVA.

El proyecto de ley busca recaudar $25 billones en 2023 y cumplir con un ingreso anual de $50 billones al finalizar el gobierno.

QUÉ DICEN LOS GREMIOS

Si bien tanto empresarios como analistas coinciden en la necesidad de una reforma tributaria, consideran que la presentada por el Gobierno Petro es bastante ambiciosa y afectará a varios sectores de la economía por lo que esperan que sea suavizada en el Congreso.

Las agremiaciones vienen sosteniendo reuniones con el ministro de Hacienda para llegar a consensos frente a la reforma.

A la Andi le preocupa el impacto fiscal que representa dicha propuesta para el empresariado, pues de los $25 billones que busca la reforma en su primer año, $14 billones serían aportados por el sector empresarial, cifra que se adiciona a los $11 billones que dieron el año pasado en la tributaria del gobierno Duque.

Para el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, la tasa tributaria hay que medirla en términos de su impuesto efectivo. “En Colombia hoy en día se paga una de las más altas del continente, pero pasará a ser la más alta llegando a un nivel promedio el 67%, o incluso en sectores como el minero serán tasas superiores al 87%”.

En cuanto a la tasa compuesta entre lo que paga la compañía y lo que paga el inversionista, dijo que “Se podría afectar fuertemente la inversión en Colombia pues llegaríamos a tener la tasa más alta de la OCDE o del continente cuando hablamos del impuesto compuesto entre empresas y accionistas”.

La Asociación Colombiana de Petróleo y Gas, ACP, también expresó su preocupación por la carga fiscal del sector que subirá a más del 80 por ciento, lo que indica, comprometería la viabilidad de proyectos de Exploración y Producción (E&P), incluidos contratos existentes que requieren de inversión, sin perjuicio de la necesaria para una transición integral.

Subrayó el gremio en que las empresas privadas son responsables del 70 por ciento de la exploración ejecutada.

El gremio de los comerciantes, Fenalco, solicitó al Ministerio de Hacienda que reconsidere la idea de gravar las bebidas azucaradas y alimentos ultra procesados, porque no favorece a los tenderos, quienes están recuperándose económicamente tras la pandemia.

“En Colombia hay 450 mil tiendas y el 65% se encuentran ubicadas en estratos 1, 2 y 3. En general es una reforma que se debe analizar profundamente y de forma integral para analizar el impacto que puede tener en la economía”, anotó Yilda Castro, directora de Fenalco Atlántico.

La reforma propone un impuesto de 1.9 pesos por gramo de plástico utilizado en empaques y envases. Sobre este punto Acoplásticos dijo que podría incrementar los precios de la canasta familiar y el bolsillo de los colombianos.

“Esta decisión va en contravía de las mismas metas del gobierno nacional de erradicar el hambre, puesto que el impuesto recaerá sobre los productos empacados, es decir, sobre leche, queso, carnes, pollo, pan, galletas, fríjoles, lentejas, cereales, aceites, harinas, café, sal, azúcar, panela, también las bebidas y los productos de aseo y limpieza, entre muchos más”, anotó Daniel Mitchell, presidente de Acoplásticos.
Según cifras del gremio, del total de la producción de empaques utilizados en Colombia, 22% se destina a alimentos, 17% a bebidas, 29% a productos de aseo, limpieza, cosméticos, químicos y abonos, 23% a comercio, restaurantes y hoteles, y 9% a otros sectores.

BIEN CONCEBIDA

Para Asobancaria, la reforma tributaria propuesta por el Gobierno está bien concebida porque pone más impuesto a las personas que tienen más ingresos y eso está bien teniendo en cuenta que las personas en general en Colombia pagan un porcentaje muy bajo del total del impuesto que requiere el país.

“Es ilógico que en Colombia solo el 20% de las personas paguen impuestos y sea el 80% de las empresas las que carguen con la carga tributaria”, indicó Hernando José Gómez, presidente de Asobancaria.

Sin embargo, en cuanto al aumento del impuesto de dividendos, del 10 al 39%, considera que podría ser un poco menos para no generar desestímulos a la inversión.

El economista Jairo Parada, coincide con Asobancaria en que los colombianos no pagan tanto impuesto como creen. “Nos quejamos que pagamos muchos impuestos pero no es así, otros países similares a nosotros como Costa Rica y Perú tributan mucho más”, dijo

Anotó que esta reforma al ser progresiva va a afectar a las personas de mayores ingresos sobre todo las personas naturales, los patrimonios altos y le va a quitar las exenciones a muchas empresas. “Es una reforma de las que siempre se han dicho que se necesita: estructural y progresiva”, anotó.

No obstante lo anterior, dijo que no quiere decir que no tenga sus problemas, pero le corresponderá al Congreso negociar todos estos temas en los cuales haya dificultades.

“Será un proceso de ajuste bastante considerable, se abrirá una negociación entre el gobierno y los parlamentarios pues no creo que la vayan a aprobar fácilmente, eso se va a llevar varios meses”, apuntó.

PROPUESTAS SENSIBLES
Parada considera que entre las propuestas que generan mayor discusión está la división que ha hecho el Gobierno que el que gane más de $10 millones es rico y por lo tanto debe ser gravado fuertemente. El analista considera que podrían considerarse ricos a quienes ganen $20 millones o más.

El segundo punto es el de las pensiones, dado que todos los pensionados que ganan más de $10 millones deberán pagar impuesto. “Esto está generando una animadversión fuerte de todos los hogares que toca esta iniciativa frente al gobierno”, expresó.

Añadió que el caso de la unificación de la renta con la tarifa del 35% para todo tipo de ingresos también es problemático porque si una empresa paga el 35% de sus utilidades y después reparte dividendos, la persona que recibe dividendos va a pagar también 35%, entonces está siendo gravada doble, en un 70 por ciento.

También es controversial establecer un impuesto al patrimonio a partir de $3.000 millones en forma indefinida, pues es un impuesto que se puede volver oneroso. Recordó que hay una eterna discusión que los patrimonios que las personas tienen son sus rentas acumuladas del pasado, sobre las cuales pagaron impuestos.

MENSAJE DE URGENCIA

Con mensaje de urgencia el Ministerio de Hacienda busca que el Proyecto de Ley de Reforma Tributaria para la Igualdad y la Justicia Social sea tramitado lo más pronto posible. De esta forma, las comisiones terceras y cuartas tanto del Senado como de Cámara tendrían sesiones en conjunto sobre el Proyecto, lo que agilizará el debate.

De acuerdo con la Constitución, el trámite de un proyecto de Ley bajo un mensaje de urgencia tendrá como plazo máximo un mes. Las discusiones ya arrancaron.