enero 13, 2025

Resolver el mal mayor de altas tarifas de energía es una prioridad

Las exorbitantes tarifas de energía que se vienen cobrando en el Caribe colombiano siguen causando estragos en los bolsillos de millones de habitantes de esta región del país, al tiempo que agobian al sector productivo en todos sus niveles.

De no tomarse en el menor tiempo posible las medidas de fondo requeridas para que este mal mayor comience realmente a ser superado, es muy probable que poco a poco se vaya incubando la tormenta perfecta para que se dé una explosión social de imprevisibles consecuencias.

No es una queja sectorizada, se trata de voces que al unísono claman las acciones de parte de las autoridades competentes para que le pongan freno a los desproporcionados valores que por kilovatio-hora han venido cobrando las empresas operadoras del servicio en los siete departamentos de la Costa Atlántica.

Es plausible lo que ha hecho el gobierno de Gustavo Petro a través del Ministerio de Minas y Energía con el apoyo de las generadoras, distribuidoras y transportadoras de energía para reducir las tarifas; sin embargo, esta medida se queda muy corta y no soluciona el grave problema.

En efecto, en el resto del país es positivo porque en las otras regiones no se han dado los aumentos exagerados que se registran en la región Caribe, que en muchos casos alcanzan hasta el 50%.

ATACAR DE RAÍZ

Desde El Norte y el norte.com.co insistimos en que se ataque de raíz esta problemática que tiene nombre, que no es otro que el esquema tarifario y de manera concreta el componente de pérdidas reconocidas. Es completamente absurdo que todos los usuarios de este servicio tengamos que pagar la energía que se roban otros.

Significa que ni Air-e ni Afinia pierden por la energía que le roban, dado que los clientes del servicio que no robamos estamos obligados a asumir el pago de esas pérdidas, es decir, las pagamos entre todos con lo cual el recibo viene por las nubes.

Esa medida se aprobó en el anterior gobierno para que los inversionistas se interesaran en la compra de Electricaribe. Es por ello que los dos operadores actuales no están dispuestos a que les cambien las reglas del juego.

Ante este escenario de descontento creciente de los caribeños, el gobierno tiene que actuar y muy pronto, y una de las salidas es subsidiar esas pérdidas y garantizar inversiones para optimizar la infraestructura de distribución de energía en la región.

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