Unidos y a cerrar filas de respaldo a las reformas que ya están radicadas en el Congreso de la República para que los congresistas sientan “el poder del pueblo soberano” en la transformación social
que necesita la nación, pidió a lo trabajadores el presidente, Gustavo Petro Urrego, desde el balcón del Palacio de Nariño en Bogotá.
El Mandatario, aprovechando la conmemoración del Día Mundial de los Trabajadores, por cerca de una hora hizo un recuento de sus propósitos, pero fue claro al manifestar que si las comunidades populares que lo eligieron no lo acompañan, el cambio será un fracaso.
Por ello Petro pidió que el pueblo no se duerma. “El pueblo no puede dormirse, no basta con haber ganado en las urnas, hay que luchar, de manera permanente, todos, trabajadores, jóvenes, campesinos…”, expresó el presidente, quien anotó que “no nos dejen solo en esto…”, “hemos tratado de cumplir y superar las barricadas…”, “estamos en un momento como el que vivieron, en sus épocas, Bolívar, el general José María Melo, Alfonso López Pumarejo, Jorge Eliécer Gaitán, acorralados, pero vivos y luchando”.
También anotó que no es él quien espera ser recordado como un presidente más, que solo fue a buscar su pensión para vivir tranquilo. “Eso no es así; es lograr triunfar en las reformas, porque un intento de coartarlas puede llevar a una revolución”, manifestó.
Agregó que llegará hasta donde el
pueblo lo decida y por ello le pidió su total apoyo.
Destacó que su gobierno está dispuesto al diálogo con todos lo sectores, pero sin que se considere eso como una debilidad. “Se puede ceder, si nos equivocamos”, anotó.
El Mandatario cuestionó la seriedad de los partidos políticos que lo apoyaron en su compaña hacia la Presidencia, pero que ahora no apoyan las reformas, cuando ese fue, precisamente, uno de los compromisos, poniendo de ejemplo al expresidente César Gaviria. “Después que se comprometieron se echaron para atrás”, precisó.
El argumento de las reformas
En su discurso, Petro explicó la justificación de cuatro reformas que considera fundamentales en que cuenten con el respaldo popular.
La primera es la de reforma agraria. “Solo hemos comprado 17.000 hectáreas de tierra, de 3 millones que se requieren y el Gobierno tiene que ir por ellas, porque no las ofrecen… La tierra fértil no es para los herederos como símbolo de poder”, comentó para significar que aún existen feudos no productivos, porque sus propietarios no permiten que se convierten en ejes de transformación en las zonas rurales del país.
La segunda es la reforma a la salud, cuestionando de paso a un amplio sector de la prensa que contribuye con informar sobre una eficiencia inexistente de un sistema que viene en picada por su propia ambición y que hoy es ubicado en el ranquin 85 a nivel mundial.
Ilustró lo anterior, precisando que de 110 EPS que existían en el país hoy solo subsisten 6 que “se mantienen de manera artificial”, y que llegará un momento en que colapsen porque no van a poder atender a 7 millones de usuarios.
Pidió sacarse de la cabeza que los tratamientos médicos costosos y exitosos han sido gracias a los recursos de los privados, “no, eso ha sido con nuestros recursos, los del Estado”.
De la mano de la reforma a la salud, va la laboral y la pensional, según las explicación de Petro. En el caso de laboral, precisó que su esencia es devolverle la dignidad a los trabajadores y la verdadera importancia a los sindicatos como vigilantes de los derechos de los obreros; que contempla reducir las jornada de trabajo como se viene aplicando en otras naciones modernas; que se paguen las horas extras; que haya estabilidad laboral; que se acaben los “contratos basura”, como denominó la órdenes de prestación de servicios, OPS.
Y en cuanto a la pensional comentó que el sector transita por una crisis similar a la de las EPS, por los malos cálculos que hicieron, en su momento, los promotores de la Ley 100, el senador de la época, Alvaro Uribe Vélez, y el entonces presidente de la República, César Gaviria, quienes vendieron la idea de que las cosas mejorarían con un crecimiento sostenido de la economía del 5%
anual, lo cual pocas veces se ha logrado.
“Van más de 30 años y nada de lo que anunciaron se ha cumplido… Miren el caso de los fondos privados de pensiones que hoy están gastando más de lo que les ingresa, y miren cuántas personas ha emigrado hacia Colpensiones”, dijo, al tiempo que vaticinó su desaparición en el corto plazo, y sostener que hoy, el 80% de las personas no podrán pensionarse por los bajos salarios que no les
permiten ahorro, así como la forma de contratación.
“No se puede perder el impulso de las urnas”, pidió el jefe de Estado, quien añadió que “No hay que dejarnos solos, porque se habrá perdido el tiempo y eso sí que es terrible”, puntualizó el presidente Petro a los trabajadores en su día.
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