Las autoridades en Barranquilla investigan el grado de responsabilidad de personas encargadas de custodiar a detenidos que se fugaron, durante el fin de semana, casi que de manera simultánea.
Estos dos hechos se registraron en un tiempo menor a las 24 horas entre el primero y el segundo, lo que evidencia las fallas de los funcionarios encargados de garantizar la permanencia de los detenidos en sus lugares de reclusión.
Un primer caso lo protagonizó Aldair Ribón Pabón, el cual había sido capturado con base en órdenes emitidas por la Fiscalía que lo acusa de haber asesinado a un educador y del delito de hurto.
De acuerdo con la versión conocida Ribón se encontraba recluido en la Estación de Policía del corregimiento de La Playa, y aprovechó una riña que se presentó entre internos cuando se cumplía la visita de familiares para lograr escalar un muro y huir.
En el segundo caso, el prófugo está identificado como Andrés Felipe Molina Reales, de 32 años quien había sido trasladados al Hospital General de Barranquilla para que le practicaran unos exámenes médicos, pero aprovechó el descuido de agentes que lo custodiaban. Molina estaba detenido por porte ilegal de armas.
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