En desarrollo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se establece el acceso a la energía limpia, por lo que es necesario hacernos cargo de la pobreza energética.
En tal sentido se expresó Carlos Cortés, coordinador Regional de América Latina de la Unión Internacional del Gas (IGU), en el panel ‘La otra cara de la luna: desafíos de la pobreza energética’, que hizo parte del Congreso de Naturgas que se cumplió en Cartagena.
Durante su intervención expresó que los gobiernos están llamados a mejorar la calidad de vida de los habitantes y a mejorar la calidad de vida de la región.
En este sentido, Gustavo Bolívar, director del Departamento de Prosperidad Social (DPS), afirmó que desde el Gobierno trabajan en una estrategia que permita, de la mano de Ecopetrol, reducir los índices de pobreza y masificar la conexión, teniendo en cuenta los retos de costo-eficiencia.
Desde la perspectiva bancaria, María Lorena Gutiérrez, presidente del Grupo Aval, expuso sobre cómo la banca puede participar en la transición energética y en la inversión en proyectos de energías renovables e innovación.
Cambia la vida de personas
“El gas sí cambia la calidad de personas, pero además mejora sus condiciones de salud, permitiendo ahorros significativos. El 18.5% de la población está en pobreza energética. Cerca de 9 millones de personas no tienen luz y ahí, el gas es fundamental en mejorar la calidad de vida de los colombianos”, complementó la directiva.
En esto también coincidió Mónica Contreras, presidenta de TGI, pues reconoció que esta industria tiene la misión de hacer a Colombia un país más equitativo aumentando la cobertura y la flexibilidad. “Hoy tenemos la posibilidad de disminuir la pobreza energética a través del gas natural, con un energético limpio”, dijo. De la misma forma, también hizo hincapié en la premura de contar con reglas claras y flexibles para los operadores y actores del sector.
Garantía del equilibrio de poderes
Como una de las novedades más importantes del Congreso Naturgas 2024, este año se incluyó la visión de un grupo selecto de magistrados, quienes, gracias a su experiencia, expusieron la importancia y la trascendencia de contar con un adecuado equilibrio de poder en la sociedad y el sector.
Así, Marjorie Zúñiga Romero, Magistrada de la Corte Suprema de Justicia, celebró que se haya elegido este tema como eje central de la conversación, en el panel ‘Equilibrio de poderes: garantías para la construcción de un mejor país’.
Frente al tema, Zúñiga pronunció que “desde la constitución de 1991, hubo una apuesta seria por frenar el exceso del poder ejecutivo y el hiperpresidencialismo. Debemos defender una jurisprudencia sólida en el sentido de evitar que el poder ejecutivo incline la balanza hacia un lado que no es correcto. Esto significa que cuando las cortes profieren sus decisiones, se siga la jurisprudencia de nuestro país”.
De ahí, la conversación giró hacia la pluralidad. Al respecto, María del Pilar Bahamón Falla, Magistrada del Consejo de Estado, dejó en claro que Colombia es un estado social de derecho, donde el concepto de equilibrio impone pluralidad. Allí destacó la autonomía y la independencia del poder en la administración de justicia, haciendo alusión a que la rama legislativa no puede ser apéndice de ningún poder público.
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