octubre 6, 2024

Fuerte endeudamiento heredado no deja espacio para la inversión: Minhacienda

El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, indicó que tras la fuerte desaceleración que tuvo el país durante la pandemia, en 2021 y 2022 Colombia registró un crecimiento importante, pero a costa de endeudarse fuertemente y de no sincerar las cifras internas.

“Nos endeudamos fuertemente en términos de adquirir compromisos hasta llegar a un nivel de deuda de superar el 60% del PIB, con perfil de vencimiento entre los años 2023, 2024 y 2025, es decir toda la deuda posible de asimilar, pero para pagar a corto plazo y que le corresponde al nuevo gobierno pagar”, sostuvo el Ministro de Hacienda durante su participación en la Semana Arpel-Naturgas, que concluyó este viernes 12 de abril en Cartagena.

El ejecutivo afirmó que a esos perfiles de vencimiento de deuda a corto plazo hay que agregarle compromisos de deuda que no están contabilizados como “deuda”. En esos entran el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC), la opción tarifaria, las deudas históricas de la salud, el cierre de cuentas final que nunca se dio, entre otras.

“Entonces hay un poco de deudas que no están contabilizadas como deuda pública, pero que están ahí y que tarde o temprano los gobiernos tienen que terminar cancelándolas o limpiando las cuentas para saber definitivamente de qué estamos hablando”, expresó el funcionario.

Añadió que por ese alto endeudamiento no queda mucho cupo para inversión en el Plan Nacional de Desarrollo.

El jefe de la cartera de Hacienda comentó que el FEPC es una deuda que se causa trimestralmente y se paga un año después a Ecopetrol, y debe pagarse para que la empresa pueda tener flujo de caja y pagar los dividendos. “En 2022 ese déficit era de $37 billones de pesos que bajaron a $20 billones de pesos en el 2023 en razón a que este gobierno responsablemente descongeló el precio de la gasolina”, anotó el funcionario.

Añadió que de ese déficit el Gobierno acaba de pagar en el primer trimestre $7.8 billones de pesos que salieron del presupuesto, aunque insistió, es una deuda que no está contabilizada como tal.

Deuda pública

En cuanto a la deuda contabilizada, que es la llamada deuda pública, que se divide en interna y externa, el ministro Bonilla explicó que Colombia tiene para el manejo de la deuda externa un límite que es acordado con el Congreso de la República denominado cupo de endeudamiento, cuyo monto autorizado es de US$70,000 millones de dólares con una particularidad, cuando el país se endeuda, el cupo se va reduciendo y cuando paga el cupo se va abriendo.

No obstante, expresó que en 2020, con decretos de emergencia el gobierno anterior adquirió dudas por más de US$6.500 millones de dólares, “uno de ellos es el crédito con el Fondo Monetario Internacional, pero no fue el único que se hizo. Ninguno de esos pasó por la Comisión Parlamentaria de Crédito Público, ninguno de esos necesitó autorización de nada, pero más complicado aún, ninguno de esos créditos entró en el cupo de endeudamiento, son créditos por fuera del cupo”, aseguró el Minhacienda, indicando que, aunque ahora se están pagando esos créditos, no se libera cupo porque están por fuera de él.

Así las cosas, señaló que si se honran todos los compromisos como están no habrá forma de invertir. La previsión de pagos por el perfil de vencimientos y de servicio de deuda capital más intereses es de $105 billones de pesos para 2024 y $125 billones de pesos para 2025. “Cumplir nuestros compromisos internacionales es importante, pero necesitamos recursos para impulsar el crecimiento económico”, anotó.

“En el acuerdo final del presupuesto para el 2024 se quedó en que bajábamos la perspectiva de pago de la deuda a $95 billones que de todas maneras son $15 billones más de lo que se pagó en el 2023, con el fin de ponerle una plata adicional a la inversión honrando los compromisos”, puntualizó Bonilla.

Cabe señalar que por esta situación el presidente Gustavo Petro le pidió al Ministro de Hacienda dialogar con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para que se renegocie el crédito de corto plazo que tiene el país y que de acuerdo con Petro le amarra las manos al Gobierno para hacer inversión social.

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