El Norte entrevistó a Mauricio López González, director ejecutivo de la Red Colombiana del Pacto Global, a propósito de la importancia de lo que promueve esta organización en términos de equidad y oportunidades económicas justas para todos los miembros de la sociedad.
Pregunta Santos Suárez: ¿Cómo va el Pacto Global?
Responde Mauricio López: Pacto Global Red Colombia cumple este 2024, 15 años de haberse constituido como Red Formal. Recordemos que Pacto Global es la iniciativa de las Naciones Unidas que desde el año 2000 promueve que el sector empresarial, el sector social, la academia y los medios de comunicación coadyuven con los principios universales de las Naciones Unidas en cuatro temas: Derechos Humanos, Estándares Laborales, Medio Ambiente y Lucha contra la Corrupción. Son más de 23000 empresas y organizaciones adheridas en 60 redes nacionales y regionales a lo largo del mundo.
Hoy en Colombia hay 610 empresas y organizaciones adheridas al Pacto Global.
S.S. ¿Cómo ve la evolución de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en Colombia?
M.L. Hemos pasado de un concepto sencillo de RSE muy ligado a la filantropía hacia el de sostenibilidad, entendida como la integración armónica de las dimensiones económica, social y ambiental en la estrategia y actuación de las empresas. No es un cambio menor, porque se pasa de estar en las márgenes de la organización hacia el centro y el ADN de las mismas. Cada vez más y más empresas tienen sus grupos de sostenibilidad y presentan sus informes anuales de sostenibilidad no como parte de un informe en sí sino como una respuesta activa para el funcionamiento de la empresa en la sociedad y en armonia con el hábitat y medio ambiente.
S.S. ¿Por qué la RSE es prioritaria para las empresas?
M.L. En ese contexto, no se trata de un desarrollo a ultranza mirado en términos de rendimientos económicos o de proyectos sociales, sino un enfoque integral que favorezca la producción de manera equitativa y sostenible a lo largo del tiempo.
La base del Pacto Global son los diez principios que bajo la égida de la protección de los derechos humanos, los estándares laborales para un trabajo digno, la protección ambiental con tecnología compatible con el medio ambiente y la lucha contra la corrupción. En ese contexto, la equidad constituye un eje central y articulador para lograr un desarrollo sostenible.
Un primer enfoque está en la Equidad económica, promoviendo oportunidades económicas justas para todos los miembros de la sociedad, sin exclusión de ninguna clase y con especial énfasis en los grupos marginados y desfavorecidos. En ese sentido las políticas públicas y su instrumentalización deben procurar la reducción de la desigualdad en el ingreso, proporcionando un acceso equitativo a empleo digno y promoviendo el emprendimiento, especialmente en los jóvenes, las mujeres y miembros de comunidades menos favorecidas.
Un segundo enfoque, concomitante con el anterior, es la Equidad social, garantizando el acceso universal a los diferentes servicios básicos tales como educación, atención médica, vivienda adecuada y servicios sociales. Esto no solamente se basa en el acceso a la infraestructura, sino a los elementos complementarios para alcanzar una integralidad con la tecnología, la cultura, la edad, el género, la diversidad, participación social, entre otros.
Un tercer frente consiste en la Equidad ambiental, protegiendo y preservando los recursos naturales para las generaciones futuras y garantizando que los beneficios y las cargas ambientales se distribuyan de manera equitativa. No impone una parálisis del modelo actual, eso sería simplemente un suicidio. Lo que implica es la adopción de prácticas y tecnologías que tiendan a disminuir el impacto negativo y potencien el impacto positivo. De hecho, el mayor contaminante es la pobreza y las condiciones que de ella se derivan.
Un cuarto tema consiste en ampliar decididamente la Participación y empoderamiento, involucrando a todos los grupos de interés, en las consultas, diálogos (no vetos) y demás elementos necesarios para una adecuada toma de decisiones sobre cuestiones que afectan su vida y su entorno. Esto puede incluir la promoción de la participación comunitaria, el fortalecimiento de la capacidad de las organizaciones y la garantía de derechos y libertades fundamentales.
Lo anterior no es posible sin un adecuado proceso de Educación, creando la conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad y la equidad en el desarrollo, así como sobre las interconexiones entre los aspectos económicos, sociales y ambientales del desarrollo.
Más historias
La Fundación Grupo Argos ha destinado $6.900 millones para protección de cuencas hidrográficas en Colombia
Compañías del Grupo Empresarial Argos fortalecieron su desempeño en el Índice de Sostenibilidad S&P Global
Keila Epieyu y su familia están a pocos días de recibir la primera vivienda del proyecto Miiroku