- Por SANTOS SUÁREZ BADILLO
- Director de EL NORTE
Aunque de manera no oficial, en la historia política de Colombia nunca antes una campaña presidencial había comenzado tan temprano. Hoy se están asomando varios precandidatos, algunos de derecha, otros de izquierda y también del centro.
Falta mucho trecho por recorrer, pero desde ya ha aparecido un grupo de aspirantes que incluso han sido medidos por una encuesta del Centro Nacional de Consultoría, lo que comienza a calentar la política en el país, ya caliente por los constantes enfrentamientos entre el presidente Gustavo Petro y la oposición.
Varios factores están incidiendo para que, con tanta anticipación, ya se esté hablando y poniendo las primeras piedras de la estructura política de quienes se disputarán la Presidencia de Colombia en las elecciones de 2026.
Los primeros nombres que están sobre el tapete son: Juan Manuel Galán, Sergio Fajardo, Claudia López, María Fernanda Cabal, Francia Márquez, Gustavo Bolívar, Daniel Quintero, María José Pizarro, Miguel Uribe, Alejandro Gaviria, Germán Vargas, Juan Daniel Oviedo y Susana Muhamad.
A esos precandidatos se les suman otros más: Paloma Valencia, Francisco Santos, Iván Cepeda, Iván Velásquez, Jorge Robledo, Vera Grave, Clara López, José Manuel Restrepo, Carlos Caicedo, Rafael Nieto, Jaime Pumarejo, Elsa Noguera y Vicky Dávila.
Esta explosión de aspirantes a reemplazar a Gustavo Petro Urrego se da por diferentes razones, siendo una de ellas las movilizaciones organizadas por la oposición, por un lado, y el gobierno, por el otro. Esto mantiene un ambiente político polarizado y enrarecido y al país discutiendo permanentemente sobre lo bueno, lo malo y lo feo de la actual administración.
Igualmente, los choques constantes en el Congreso de la República por cuenta de las reformas sociales propuestas por el ejecutivo, que están desgastando tanto a unos como a otros, sin posibilidad de concertaciones a la vista.
Y también los anuncios del presidente Petro sobre convocar a una Constituyente, que luego mutó a referendo; al igual que lo dicho por algunos dirigentes en el sentido que se le debe dar vía libre a su reelección, y lo planteado por otros en dirección a que no es buena la reelección, pero sí que le amplíen su período.
Todo ello se suma a los gravísimos escándalos de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres -UNGRD-, que sin duda le están haciendo daño a la imagen del gobierno, lo que aprovechan y seguirán aprovechando sus contradictores para sacarle el mayor rédito político.
Así las cosas, el escenario ha sido y sigue siendo propicio para que cada vez más nombres de precandidatos sigan apareciendo en escena, y la lista de quienes aspiran suceder al actual jefe de Estado continúe creciendo.
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