- Por: SANTOS SUÁREZ BADILLO, Director de El Norte
La empresa Air-e que presta el servicio de energía en los departamentos de Atlántico, La Guajira y Magdalena, ha demandado ante la Superintendencia de Industria y Comercio a varias generadoras hidráulicas por supuestas prácticas restrictivas.
Esta compañía distribuidora y comercializadora ha enfilado su batería legal en contra de Empresas Públicas de Medellín (EPM), Emgesa, Isagén, Empresa de Energía del Pacífico (Celsia) y AES Chivor y Cía.
Según Air-e, las mencionadas generadoras habrían distorsionado el mercado y aumentado los precios en la Bolsa de Energía, con ganancias desbordadas. “Solicitamos investigar y confirmar que han adelantado acciones y omisiones dolosas con el objetivo de distorsionar el mercado y aumentar a su arbitrio los precios de la bolsa de energía, con un beneficio desbordado en desmedro de los usuarios del servicio”, precisa en la demanda.
También asegura que por tal situación “ha estado sufriendo las prácticas desleales de los generadores de energía, las cuales implican el aumento desmedido en los precios de adquisición de energía”.
Y coloca como ejemplo lo ocurrido con el precio de la energía en el mes de octubre del año pasado cuando según Air-e, “hubo un incremento aproximado del 400 % en la bolsa, comparado con el precio medio de la energía del año 2022”.
Se trata de una acción legal sin precedentes, cuyo desenlace podría ocasionar no sólo sanciones en caso de hallarse méritos para proceder en tal sentido, sino también le podría abrir las puertas a modificaciones de la estructura regulatoria del sector.
No hicieron nada ilegal
¿Pero tiene suficiente sustento esta pretensión del operador de red de tres departamentos de la región Caribe, o definitivamente las prácticas en las que habrían incurrido las mencionadas generadoras están permitidas?
Expertos consideran que estas hidroeléctricas no hicieron nada ilegal, y que si bien se aprovecharon de factores externos relacionados con el fenómeno de El Niño y la disponibilidad de agua, al final no hicieron nada contrario a las normas.
La idea es que como el precio de la energía térmica estaba alto por los precios del gas y del carbón, entonces los hidráulicos tenían una holgura para subir su precio.
Otro factor es que el agua se valoriza cuando suben los precios de los recursos que la pueden reemplazar y las hidráulicas aprovechan, pero ese hecho no sería ilegal.
Se trata de una lógica que se maneja en el mercado, en el sentido que con el fenómeno de El Niño el precio en la Bolsa de Energía sube, porque los niveles de los embalses bajan significativamente y se presenta una escasez de agua.
Ahora, si el tema es que las citadas empresas generadoras se pusieron de acuerdo para propiciar un incremento exagerado de los precios, ahí habría que comprobar si este hecho realmente se presentó.
Lo que dijo Isagén
La empresa Isagén aseguró sobre la denuncia en su contra: “La estrategia comercial de Isagén consiste en vender los despachos de energía a través de contratos a largo plazo, buscando la sostenibilidad financiera de la compañía y la estabilidad en los precios de energía para sus clientes”.
Igualmente dijo: “Isagén ha sido comprador neto de energía en los momentos de baja hidrología y altos precios de bolsa (…) Así ha sucedido en varias ocasiones en los últimos meses, cuando nuestras compras en bolsa han sido superiores a nuestras ventas y hemos asumido el costo de los altos precios para cumplir nuestras obligaciones con los distribuidores”.
Lo cierto es que al margen de la legalidad o ilegalidad de esta práctica, se requeriría hacer un ajuste, no en el modelo, sino para circunstancias excepcionales.
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