Cuando Air-e asumió la prestación del servicio de energía eléctrica de los departamentos de Atlántico, Magdalena y La Guajira, debía cumplir con una serie de obligaciones relacionadas con inversiones para mejorar la calidad del servicio y la reducción de las pérdidas.
Hoy la red de Air-e está agotada, sobrecargada pues no se hizo la renovación esperada de la infraestructura y las pérdidas tampoco se redujeron.
“Ellos realmente no tenían el músculo financiero, ellos (los propietarios de Air-e) presentaron una documentación correspondiente a unos ingresos esperados de la venta de una electrificadora, de una empresa distribuidora llamada Enertolima, propiedad del Grupo Ríos, a través del entramado de empresas… ellos le vendieron a Celsia por $1.6 billones de pesos”, indicó Carlos Diago, el designado agente interventor de Air-e-
“Pero eso no se tradujo, y esto no es una especulación mía, de pronto en un egreso efectivo que le diera el músculo, sino que entiendo que era a través de subrogaciones de crédito, cosas así. Entonces la realidad mostró que no tenían el músculo para hacer las inversiones”, añadió.
Diago dijo que tarifariamente Air-e estuvo protegido porque la CREG implementó un régimen tarifario especial que consideró cobrarle a los usuarios la totalidad de las pérdidas, incluyendo las llamadas pérdidas no identificadas o negras o fraudes. Pérdidas que pagan todos los usuarios. Además, se permitió un sobrecargo, una especie de sobretasa por cartera del 20% de los componentes como el de comercialización. Y la otra, dijo Diago, es que se permitió el cobro anticipado de las inversiones que se prometían y que tampoco se efectuaron.
“Realmente el incumplimiento fue grande, me consta que los pliegos y las especificaciones de los compromisos a los que llegó la Superservicios en cabeza la doctora Natasha fueron bien establecidos y fueron públicamente anunciados. El ritmo de inversión debía ser del orden de unos $700 y $800 mil millones de pesos anuales por los primeros cinco años y eso la verdad no se cumplió y tampoco se redujeron las pérdidas”, afirmó el agente interventor.
Capitalización
Carlos Diago explicó que todas las inversiones que el Gobierno Nacional haga en la empres Air-e para garantizar la prestación del servicio, deben darse bajo un esquema de capitalización, porque si no se convertiría en una especie de peculado o de detrimento patrimonial.
“Eso va a implicar un cambio en la composición accionaria de Air-e que va a llevar indudablemente a que haya mayoría accionaria de parte de la Nación, entonces en ese sentido quien asumiría el control de Air-e sería la Nación, dependiendo de la cantidad de capital que se inyecte… Air-e pasaría a tener una participación accionaria minoritaria de una empresa ya recuperada”, manifestó el experto en temas eléctricos.
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