octubre 3, 2024

¿Se extendió El Niño?, embalses de energía están bajando, preocupación en sector energético

Las entidades expertas en el tema climático, tanto a nivel nacional como internacional, coincidieron en que el llamado fenómeno de La Niña, caracterizado por fuertes y constantes lluvias, se iniciaría en julio pasado y se extendería por varios meses; sin embargo, eso no sucedió, no está sucediendo y lo que se registra es casi una segunda temporada seca en el mismo año.

Tanto la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, NOAA, como el IDEAM, pronostican ahora que La Niña se produciría en los meses de octubre, noviembre y diciembre. Mientras tanto, lo que viene ocurriendo es todo lo contrario al escenario que se había planteado para la segunda mitad del 2024, con consecuencias para el sector energético.

En vez de desbordamientos de cuerpos de agua, inundaciones y deslizamientos, producto de las lluvias, lo que se presentan son incendios forestales, altas temperaturas y reducción de los niveles de los embalses. Esto último ha acrecentado los racionamientos de agua en la capital del país.

Y específicamente en el tema eléctrico, los niveles de los embalses utilizados para producir la energía hidráulica vienen bajando, lo que pone en alerta al sector y crea la percepción que estaríamos en presencia de un fenómeno de El Niño extendido que siempre es asociado a un apagón.

Según datos suministrados por la Asociación Nacional de Empresas Generadoras, ANDEG, tomados de XM, los embalses, en vez de estar subiendo, han bajado del 60 a 52%, lo que es preocupante porque la proyección es que en diciembre estén en el 65% para afrontar el verano de 2025.

Alejados de niveles críticos

Si bien inquieta el hecho que se esté produciendo este descenso, el señalado nivel está muy alejado de los registrados en el mes de abril cuando en pleno Niño se ubicaron en 29,96%, muy cerca al nivel crítico del 27% que hubiese obligado a cesar la poca generación hidráulica que había para entonces, lo que a su vez hubiera llevado a Colombia a un apagón a pesar de los gigantescos aportes de las termoeléctricas.

Es bueno remarcar que si no hubiese sido por las platas térmicas, con los embalses casi secos, desde fanales del 2023 el país hubiese sido afectado con racionamientos de energía.

Hoy, con la ausencia de suficientes lluvias para esta época y descendiendo los embalses, la otra consecuencia es que la producción de energía térmica es mucho mayor que la generada en condiciones climáticas normales o extremas como La Niña.

Actualmente las térmicas están aportando un 25 por ciento de lo que se consume en el país, es decir, unos 54 Gigavatios. Si estuviésemos en presencia de una temporada normal de invierno en todo el territorio nacional, estas centrales sólo estarían generando entre un 10 al 15 por ciento, es decir, cerca de 30 Gigavatios.

Noticia relacionada: https://elnorte.com.co/index.php/2024/08/27/al-retrasarse-la-nina-termicas-estan-aportando-25-de-la-energia-que-consume-el-pais/

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