Por SANTOS SUÁREZ BADILLO, Director de El Norte
La crisis energética en Ecuador cada vez es mayor, las pérdidas económicas diarias crecen abrumadoramente y la afectación a la calidad de vida de los habitantes de ese país es alarmante.
Los ecuatorianos comenzaron a soportar racionamientos diarios de energía de hasta 14 horas, y las autoridades energéticas están prácticamente resignadas a que el caos siga escalando.
Desde el mismo presidente Daniel Novoa, hasta el ministro de Energía, Antonio Goncalves, admiten que la situación se salió de control y pareciera que entraron en pánico. “Es un caos”, dijo Novoa desde Nueva York, mientras que Goncalves manifestó que “No tengo buenas noticias”.
Las pérdidas en Ecuador por cuenta del apagón se estiman en 25 millones de dólares todos los días. Y como no hay solución pronta a la vista, la cantidad de horas de racionamientos aumentarán y con ello el daño a la economía y el impacto social será de consecuencias inimaginables.
Las causas del apagón
La prolongada sequía que golpea a Ecuador, que ha ocasionado incendios forestales gigantescos que están arrasando grandes extensiones de vegetación, es la causa principal de la crisis energética que viene afectando duramente a este país sudamericano.
Esto en razón a que el 92 por ciento de la matriz energética de ese país está compuesta por generación hidráulica, es decir, la que se produce con el agua de los embalses, los cuales se están secando. El resto es generación térmica, con el 7 por ciento, y solar y eólica, con el 1 por ciento.
En la medida en que las lluvias sigan escaseando, los niveles de los embalses de energía continuarán bajando y por lo tanto habrá mucho menos cantidad de energía hidráulica para abastecer la demanda.
Si bien la causa actual es coyuntural, en esencia es estructural, porque el sistema eléctrico ecuatoriano se diseñó casi para depender de la energía que generen los embalses, grave error que están pagando con creces.
A lo anterior se le suma el hecho que Colombia dejó de enviarle energía a los ecuatorianos a través de la línea de interconexión que une a los dos países, como medida preventiva ante posibles dificultades en el suministro de energía en territorio colombiano, también por la falta de lluvias.
Ya ha admitido la crisis
En principio el actual gobierno atribuyó la emergencia a supuestos sabotajes, tratando de disimular las verdaderas razones de lo que ya admite como caos; pero ante la contundencia de los hechos ya reconoce que el sistema está en crisis.
“Entendamos que tenemos un sistema de energía que está en crisis en generación, transmisión y distribución”, dijo en las últimas horas el ministro de Energía de Ecuador, Antonio Goncalves, quien añadió que “no mentirle es decir que cada semana hay que analizar los datos, ya que dependemos de la hidrología. No puedo adelantar algo que solo Dios sabe”.
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