Como inconveniente e inoportuna define Fedesarrollo la reforma tributaria

Luis Fernando Mejía, presidente ejecutivo de Fedesarrollo, aseguró que la reforma tributaria del Gobierno Nacional es inconveniente e inoportuna.

Es inoportuna porque llega en un momento en donde la economía continúa con un crecimiento muy débil, de apenas el 1.6% de los primeros tres trimestres del año; a pesar de que tuvimos un estancamiento de la actividad económica el año inmediatamente anterior, es decir, la economía no despega”, explicó Mejía.

Para el presidente de Fedesarrollo, la iniciativa, en el contexto actual, no es lo más relevante para incentivar justamente el crecimiento económico. De acuerdo con Mejía es inconveniente por varias razones.

La primera, está relacionada con la provisión que, a su juicio es una flexibilización de la regla fiscal.

Con lo que plantea el Gobierno Nacional es crear un espacio adicional para dar un gasto de lo que ha llamado inversiones verdes. Y al final de cuentas, no es otra cosa, ratifico, que una flexibilización, una especie de incumplimiento de la regla fiscal por la puerta de atrás, que luce también altamente inconveniente en el contexto de los problemas fiscales que tiene el país”.

El segundo reparo que argumenta, es que la iniciativa trae elementos duros para aumentar el impuesto al patrimonio; siendo lo más grave, la ampliación del gravamen al patrimonio a las empresas, a las personas jurídicas, a través de un cobro, denominado el impuesto a los activos improductivos.

Solamente hay cuatro países, incluyendo Colombia, que tienen impuestos al patrimonio y ninguno de ellos lo tiene al impuesto a las empresas; lo cual, ratifica que es una muy mala idea. Entre otras cosas, pues, porque uno de los grandes problemas que tiene Colombia en este momento es las bajas tasas de inversión“.

Para Mejía es importante continuar avanzando en señales de política pública, para continuar en la transición energética. En ese sentido precisa que es inconveniente triplicar el impuesto al carbono, puesto que, tendría efectos “muy graves” en sectores que demandan insumos relacionados con el mineral, como por ejemplo, las cementeras y otros sectores afines que tendrían un golpe muy duro en su rentabilidad.