Esta es la nueva estrategia de Petro para salvar la reforma a la salud

Ante la decisión de los máximos jefes de los directorios de partidos políticos como el Liberalismo, el Conservatismo y el Partido de la U, entre otros, quienes anunciaron no respaldar la reforma a la salud del Gobierno Petro, lo que le daría “cristiana sepultura”, surgió una apuesta, que podría ser la última para intentar salvarla, y es hablar con los congresistas de esas colectividades.

La estrategia la reveló el periodista Daniel Coronell en su habitual espacio en la W Radio dando detalles sobre cómo sería esta carta que asumiría, directamente, el presidente Gustavo Petro, y que empieza a ser vista como el retorno de los “lentejos’.

Esto se relacionaría con una vieja estrategia que usaron gobiernos anteriores cuando deseaban cristalizar sus objetivos, sobre todo, en el Congreso de la República, y que fue acuñada por el expresidente conservador Laureano Gómez, en 1950 del siglo pasado, al detectar en las filas de su partido ‘traidores’ que se fueron del lado del liberal Enrique Olaya Herrera.

Las cuentas de Coronell en su reporte, y que ponen en aprietos el futuro de la reforma a la salud son así: “Esos tres partidos eligieron, el año pasado, 39 senadores y 72 representantes a la Cámara. Que sumados a Cambio Radical que tiene 11 senadores y 15 representantes; y al Centro Democrático que tiene 13 senadores y 15 representantes, tendrían las mayorías para hundir la reforma y de paso acabar con las mayorías del Gobierno en el Congreso”.

Deduce el periodista que el presidente Gustavo Petro y su ministra de Salud, Carolina Corcho, no consideran que el expresidente César Gaviria, aunque es el máximo líder del partido Liberal en el país, no ejerce total control sobre los congresistas del ‘trapo rojo’, y algo similar con respecto al Partido Conservador que ahora preside el senador atlanticense Efraín Cepeda.

“Para completar el panorama Dilian Francisca Toro, según las cuentas del Gobierno, tampoco tiene bajo control a los 10 senadores y 15 representantes del Partido de La U. Su aspiración a la gobernación del Valle la va a llevar a concentrarse en la política local, mientras que los congresistas de la U quieren seguir teniendo interlocución con el Gobierno”, anota Coronell.

La argumentación que han expuesto directivos de los tres partidos mencionados es que no respaldarán la reforma porque, a pesar de las reuniones con la ministra Corcho, lo logrado en materia de consenso es superficial y no de fondo con respecto al articulado del proyecto de ley.

“Los jefes políticos dicen que el Gobierno no quiere aceptar la figura de la coexistencia del aseguramiento privado, público y mixto. El Gobierno es intransigente en que la figura que están planteando no es de aseguramiento privado sino una extraña combinación en donde el privado asegura, pero el reasegurador real es el Estado. Con lo cual siempre gana el privado. Cuando le va bien se lleva las ganancias y cuando le va mal, los contribuyentes pagan”, señala Coronel en lo que considera la última tabla de salvación para que no se hunda la polémica reforma.

A propósito de reformas, el analista León Valencia, sostiene en un trino que tiene en su cuenta personal de Twitter que “Lo que estamos viendo en el país es una dura resistencia a las reformas por parte de la clase política tradicional y del gran empresariado, contrario a lo que ocurre en el plano internacional, donde los cambios están recibiendo una importante aceptación”.