Rosmery Quintero, directora de Acopi seccional Atlántico.

MiPymes del Atlántico, con bajos indicadores por menor demanda y altos costos de producción

En el segundo trimestre de 2024, más de la mitad de los empresarios de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) del departamento del Atlántico, reportaron una disminución en indicadores como producción, ventas, cuota de mercado, inversiones, rentabilidad y generación de empleo.

De acuerdo con Acopi Seccional Atlántico, estos resultados están enmarcados en los desafíos que enfrenta el país como una economía emergente y que afectan la estabilidad empresarial, siendo las MiPymes las más vulnerables.

La directora ejecutiva de la Seccional Atlántico, Rosmery Quintero Castro, precisó que se deben acelerar las inversiones en varios sectores que impulsan la dinámica de este segmento empresarial, por ejemplo, infraestructura y construcción, con instrumentos de política pública que “dinamicen dichos sectores que son fundamentales porque como mipymes nos integramos a más de 36 cadenas de producción”.

De acuerdo con la reciente Encuesta de Desempeño Empresarial de Acopi, Atlántico, realizada a través de su Observatorio Nacional de la MiPyme, en el segundo trimestre de 2024, un 63,1% de los empresarios del departamento reportó caída en su rentabilidad, debido principalmente al aumento en los costos de materias primas, la inestabilidad económica, la falta de confianza en los mercados y los altos costos de energía.
Acopi reconoce que las MiPymes requieren hacer inversiones para la transición energética; sin embargo, expresó que esto les resulta complicado por el mismo nivel de inversión que habría que hacer para ciertos procesos productivos. “No podemos ser ajenos a este cambio que debe darse gradualmente, y cuando hablo de gradualmente es que tiene que estar enmarcado bajo la certidumbre que el país no vaya a tener falencias u obstáculos para poder seguir ofreciendo los servicios fundamentales de energía eléctrica y gas”, manifestó Quintero.

Reducción en la producción

La directora seccional añadió que la producción también ha mostrado una caída preocupante. El 58,9% de los empresarios indicó una reducción en la producción de bienes y servicios, lo que representa un incremento de 11,6 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior. Además, el 41,7% de los encuestados señaló estar operando por debajo del 50% de su capacidad productiva, un aumento de 8,1 puntos porcentuales en comparación con 2023.

El gremio asegura que este fenómeno está relacionado con la disminución en la demanda de bienes y servicios, bajos niveles de ventas y la falta de capital de trabajo, lo que dificulta mantener las operaciones a niveles óptimos.

Afirma que uno de los problemas más críticos que se resaltan es la situación del mercado laboral. Según el Dane, la tasa de desempleo alcanzó el 9,9% en julio de 2024, ubicando a Colombia como uno de los países con mayor desempleo entre los miembros de la Ocde, donde el promedio es de 4,9%. A su vez, el nivel de informalidad se mantiene alarmantemente alto, afectando al 56% de los trabajadores en el país.

Los resultados muestran que el 50,3% de los empresarios encuestados reportaron una reducción en la generación de empleo.

“Ante la urgencia de reactivar la economía, las MiPymes juegan un papel clave por su capacidad de generar empleo, aportar al PIB y adaptarse a diferentes escenarios socioeconómicos. No obstante, es crucial impulsar acciones en áreas como el acceso a mercados internacionales, financiamiento y formalización empresarial, para maximizar su impacto en el crecimiento económico”, expresó la dirigente gremial.

No a los bloqueos

También habló de los constantes bloqueos que se originan en el país y de manera especial en Barranquilla por varias razones, principalmente los cortes de luz. Señaló que el país y la ciudad ya no soportan más bloqueos, manifestaciones u otra forma de protesta, obstaculizando los derechos que tienen los demás.

“Si las empresas no gozan de una tranquilidad necesaria, es muy difícil cumplir con el reto de reactivar la economía y mantener el empleo”, expuso Rosmery Quintero.

Dijo que igualmente, es necesario contar con un marco regulatorio que equilibre la protección laboral con la creación de un entorno que favorezca la inversión, la competitividad y el empleo formal. “Esto no solo permitirá enfrentar los retos globales y nacionales, sino también reducir las brechas de género en el ámbito laboral, facilitando la formalización empresarial y aprovechando las oportunidades que el país ofrece”, afirmó.

Indica la dirigente gremial que, a pesar del difícil panorama, algunos empresarios manifiestan un optimismo de cara al tercer trimestre de 2024. El 35,5% prevé un aumento en las ventas, el 29,1% espera un incremento en la producción, y el 27,6% anticipa mejoras en la rentabilidad.

“Esto quiere decir que seguimos haciendo un esfuerzo por mantener una estructura empresarial sana, reafirmando que somos no solamente el motor económico del país, sino también el motor social”, dijo la ejecutiva.

Finalmente, Quintero indicó que el segmento MiPyme históricamente ha insistido en condiciones diferenciales en el acceso a compras públicas, conscientes que la contratación con el Estado les dará un importante impulso.

De igual forma deben superar el temor a exportar, porque la mayoría no tienen dentro de sus estrategias de crecimiento al comercio internacional.