Jaime Pumarejo, alcalde de Barranquilla.

Pumarejo le propone a Petro aumentar las transferencias a las regiones

En una carta, el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, propone al presidente Gustavo Petro, recalcular las transferencias del Sistema General de Participaciones (SGP) a las regiones.

Lo anterior, teniendo en cuenta que la forma como se calculan estos recursos, modificada en la reforma del 2007, ni siquiera garantiza que las transferencias crezcan al mismo ritmo de la inflación.

Señala Pumarejo que esta modificación devolvería cierta autonomía a los entes territoriales y a los rectores de los colegios públicos, que también reciben fondos insuficientes con repercusiones en varios sectores.

La propuesta de Pumarejo va enfocada a que el recálculo y la apropiación de estos recursos se dirijan a sectores sociales básicos como salud, educación y saneamiento básico, de acuerdo con los costos de cada sector financiado por estas transferencias.

La siguiente es la misiva del mandatario de los barranquilleros al presidente Petro:

Respetado señor presidente:

La Constitución de 1991 planteó la descentralización del Estado, entre otras maneras mediante las transferencias directas de recursos a los entes territoriales para que pudieran cubrir las necesidades básicas de los colombianos de forma equitativa y eficaz. Este principio constitucional sufrió dos grandes reformas -la primera en 2001 y la segunda en 2007- que generaron una lenta y sostenida recentralización del gasto y de la inversión pública, como lo ha argumentado Julián López Murcia en su libro “Re-centralización en Colombia” (2022).

El fortalecimiento del Sistema General de Participaciones (SGP), que es el instrumento principal de la descentralización fiscal y administrativa de la Nación y además la herramienta clave en el cierre de brechas de cobertura para servicios básicos, devolvería, como lo esbozó la Carta Magna, cierta autonomía a los entes territoriales y a los rectores de los colegios públicos, que también reciben fondos insuficientes con repercusiones en: infraestructura educativa mal mantenida, servicios públicos no pagados, alimentación escolar insuficiente y suspensiones de clases nocturnas o de metodología flexible, todo lo cual incide en baja cobertura y calidad.

En años recientes se ha evidenciado la pérdida de valor del SGP, mientras en 2003 este representó el 40.5% de los ingresos corrientes de la Nación, 20 más tarde, en 2023, sumó 21.3%. Esto sucede porque la fórmula que calcula estos recursos, modificada en la reforma del 2007, ni siquiera garantiza que las transferencias crezcan al mismo ritmo de la inflación.

La consecuencia es una brecha creciente entre los recursos recibidos del SGP y los costos reales de la prestación de servicios como la educación. El déficit lo cubren los entes territoriales con recursos propios que deberían destinar a otros usos consignados en sus competencias legales, como: calidad educativa, entorno urbano, educación superior, enseñanza para el trabajo, transporte sostenible y mejoramiento del espacio público, parques, vías, entre otros.

En este sentido, propongo la necesidad de calcular y apropiar los recursos del SGP para sectores sociales básicos (salud, educación y saneamiento básico), no de acuerdo a una fórmula que no refleja la realidad, sino a los costos de cada sector financiado por estas transferencias. A corto plazo esto se puede hacer de manera discrecional, mientras el Congreso de la República debate una ley orgánica. Esta medida agiliza, de paso, la ejecución eficaz del presupuesto de la nación y la dinámica de la economía en todo el país.

Garantizar los recursos básicos del SGP dejará los cimientos sólidos de un Estado que de manera eficiente y autónoma, va resolviendo sus necesidades y generando desarrollo inclusivo, como lo postula válidamente el plan de desarrollo de su gobierno.

Espero que estas reflexiones sean útiles y de buen recibo.

Con el mismo respeto,

JAIME PUMAREJO HEINS

Alcalde de Barranquilla