34 militares secuestrados en San José del Guaviare tras abatimiento de cabecilla ‘Dumar’

El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, confirmó este martes el secuestro de 34 soldados en el área rural del municipio de El Retorno, Guaviare, luego de una operación militar que dio de baja al cabecilla conocido como alias Dumar o “Chito”.

El hecho se registró tras un operativo conjunto de la Policía y el Comando Conjunto de Operaciones Especiales (CCOES) de las Fuerzas Militares en la vereda Nueva York, zona rural de El Retorno, en el Guaviare.

El combate, que duró más de seis horas, terminó con la neutralización de alias Dumar, considerado uno de los principales alfiles del Bloque Móvil Martín Villa, vinculado a las disidencias de “Iván Mordisco”.

Durante los enfrentamientos también murieron alrededor de guerrilleros, se produjeron capturas y se recobraron al menos 8 cuerpos.

Sánchez fue enfático al recalcar que este acto no puede interpretarse como una retención ni como la creación de un “corredor humanitario”, argumentado por algunos sectores, sino que se trata de un acto delictivo calificado como secuestro. “No los están reteniendo, eso va contra la unidad de ellos y eso es un secuestro”, afirmó el ministro.

Personas vestidas de civil

Según los primeros reportes, fueron personas vestidas de civil las que impidieron la salida del grupo militar tras el combate.

El Gobierno nacional activó gestiones urgentes y organismos como la Defensoría del Pueblo, la ONU y el Mecanismo de Monitoreo y Verificación ya intervienen para lograr la pronta liberación de los uniformados secuestrados.

Este incidente pone en evidencia la tensión que persiste en regiones donde grupos armados ilegales mantienen control territorial y capacidad de coerción frente a la Fuerza Pública. Y el uso de civiles para ejecutar acciones intimidatorias complica aún más el entorno de seguridad.

Además, acontecimientos como este amenazan no sólo la integridad de los uniformados sino también la viabilidad de cualquier proceso de paz o acercamientos negociadores en zonas conflictivas. La fuerte postura del Gobierno, al rechazar cualquier figura de “retención humanitaria”, sugiere que no habrá concesiones frente a tácticas de presión.

Este secuestro —confirmado oficialmente el 26 de agosto de 2025— es un claro desafío al Estado y a los principios de seguridad democrática. La respuesta institucional será clave no solo para la liberación de los soldados, sino también para restablecer confianza y control en una región golpeada por décadas de conflicto armado.