Apagón en España: lecciones y reflexiones para Colombia de acuerdo con SER Colombia

• Los sistemas renovables no son inestables en sí mismos, pero necesitan inversión para enfrentar contingencias.

¿Podría Colombia enfrentar un apagón como el de España y Portugal?. La pregunta ha ganado relevancia tras el reciente evento en Europa. Aunque la probabilidad es baja, ningún sistema eléctrico está completamente libre de fallas.

Colombia ha mantenido la estabilidad en su suministro eléctrico, evitando racionamientos prolongados. Esta resiliencia se debe a la complementariedad entre fuentes hídricas, térmicas y, más recientemente, renovables, así como a una infraestructura energética robusta, y a reformas institucionales que fortalecieron el sistema eléctrico nacional. Sin embargo, el cambio climático ha puesto a prueba esta estabilidad, con veranos cada vez más intensos y frecuentes.

En un país donde la generación depende del agua concentrada en pocas regiones, reforzar el sistema con fuentes renovables es hoy más urgente que nunca, generando complementariedad, respondiendo a la demanda creciente y evitando un posible déficit de energía, previsto para 2027 por el Gobierno Nacional.

Aunque aún no se conoce el informe oficial sobre lo ocurrido en España, y por tanto no deben sacarse conclusiones sin rigor técnico, el incidente ha despertado interés mundial. Especialmente porque en España las renovables aportan más del 60 % de la electricidad. Por eso, desde SER Colombia se analizan las lecciones y reflexiones clave para prevenir situaciones similares en Colombia.

“El país, acorde con la tendencia mundial, debe aprovechar las energías renovables, porque son la oportunidad para atender la creciente demanda eléctrica con una fuente abundante, competitiva en tarifas, limpia y de rápida construcción”, afirma Alexandra Hernández, presidente ejecutiva de SER Colombia.

Las energías renovables son claves para impulsar el crecimiento económico, cerrar brechas sociales y ofrecer una energía que protege el bolsillo y es sostenible para los hogares y las empresas.

Tres aspectos claves para el desarrollo de las energías renovables:

1. Además de la entrada oportuna de los proyectos, es importante adaptar el sistema para soportar y reaccionar ante variaciones en el suministro, por causas de la red o de la misma generación. Operar sistemas eléctricos con energías convencionales (hidráulica, térmica, combustibles líquidos), es diferente a hacerlo integrando el uso de las energías renovables no convencionales (solares, eólicas, etc), debido a su naturaleza variable e intermitente.

2. Los sistemas renovables no son inestables en sí mismos, pero necesitan inversión para enfrentar contingencias. Su implementación necesita decisión y regulación.

• En un sistema eléctrico, es esencial mantener un equilibrio constante entre la generación (oferta), y el consumo (demanda), de energía. Este balance se refleja en la frecuencia de la red. Si hay variaciones significativas, puede haber descoordinaciones en el sistema, dañando equipos eléctricos y, en casos extremos, causando apagones masivos.
• Para mantener la frecuencia estable, las máquinas generadoras deben estar sincronizadas y girar a la misma velocidad. Por ejemplo, si la generación aumenta repentinamente, sin un aumento correspondiente en la demanda, el exceso de energía no tiene a dónde ir, lo que provoca una aceleración en el sistema y un aumento de la frecuencia. Estas variaciones bruscas pueden activar los sistemas de protección, desconectando automáticamente partes de la red para evitar daños mayores, un ejemplo cotidiano es cuando la corriente eléctrica se altera y no fluye de manera homogénea y se “saltan los tacos” para prevenir sobrecargas y daños en los electrodomésticos.
• Para mantener la estabilidad de la red eléctrica es fundamental la inercia. Cuando ocurre una falla o variación brusca en la demanda o en la generación, esta actúa como un amortiguador natural que hace más lentos los cambios en el sistema, dando tiempo a reaccionar. Una forma de explicarlo es la rueda volante de los parques de diversiones, que gira constantemente. Si se intenta detenerla de golpe, habrá resistencia a parar; esto es inercia. Por el contrario, si la rueda es liviana, con poca masa (como de una bicicleta), al intentar frenarla, la inercia es menor y será mucho más fácil detenerla.
• En este ejemplo, el “peso” de la rueda representa a las centrales hidroeléctricas en nuestro sistema eléctrico (son más del 60% sumado al aporte de las térmicas). Estas funcionan con turbinas que giran constantemente. Incluso si están generando poca energía, pueden responder en milisegundos ante una falla, ayudando a estabilizar la red. Si no se cuenta con suficientes generadores de este tipo, la inercia del sistema se reduce, haciéndolo más vulnerable a fluctuaciones y posibles apagones.

“La generación eólica y solar, no cuenta con la misma inercia que otras fuentes, como las hidráulicas o térmicas, es decir, en un caso de falla, se desconectan inmediatamente. Esto no los hace inestables, pero sí demandan inversiones con las que puede abordar las contingencias tales como compensadores síncronos, que aportan inercia mecánica al sistema y regulan la tensión, inversores tipo grid-forming, que son capaces de establecer y mantener la tensión y la frecuencia de forma autónoma, y almacenamiento en baterías, entre otros”, explica Hernández.

• A nivel mundial, estas alternativas han ganado competitividad. Es importante avanzar en las decisiones normativas y de regulación que habilitarán su desarrollo y permitirán progresar al mismo ritmo, e incluso anticiparse, a los cambios y necesidades del mercado.
• Colombia ya está implementando algunas medidas de mitigación para mejorar la capacidad de reacción ante este tipo de fallas. La UPME abrió una convocatoria para incluir compensadores síncronos que permiten mejorar la operación de la red y facilitan la penetración de energías renovables ante la compensación de la pérdida de inercia. También, la implementación de sistemas FACTS (Flexible AC Transmission Systems) ha sido recomendada por la UPME para optimizar el flujo de potencia en las líneas de transmisión, teniendo en cuenta la poca capacidad que le queda al sistema para conexión de nuevos proyectos.
• Asimismo, desde SER Colombia se ha impulsado el almacenamiento en baterías, que aumentaría la resiliencia y confiabilidad del sistema. Con esto no solo se evitaría que el sistema se apague, sino que, en caso de que suceda, el país tenga la capacidad de reacción necesaria.
• La acción conjunta del gremio de las renovables con el Gobierno Nacional, sus instituciones, y los diferentes actores de la cadena (algunos de los cuales ya se han involucrado en SER Colombia) y la ciudadanía, pretende fortalecer al país y aportar en la consolidación de una oferta energética confiable y sostenible.

3. La diversidad de fuentes energéticas permite que tecnologías tradicionales y emergentes se complementen. Por eso, SER Colombia insiste en aprovechar al máximo el potencial del país, como la mejor forma de garantizar un suministro eléctrico confiable y suficiente para responder al crecimiento de la demanda.