En un fallo sin precedentes, el expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez ha sido condenado en primera instancia a 12 años de prisión domiciliaria por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal. El veredicto lo emitió la jueza Sandra Liliana Heredia, quien lo declaró culpable tras casi 13 años de investigaciones y el juicio correspondiente.
Se le atribuye haber influido en un exparamilitar, Juan Guillermo Monsalve, mediante presuntas presiones y ofrecimientos entregados por su abogado, Diego Cadena, con el propósito de que cambiara su testimonio en contra del senador Iván Cepeda. También fue absuelto del soborno simple.
Igualmente deberá pagar una multa superior a 3.400 millones de pesos colombianos (unos 800 mil a 822 mil USD) y se le sanciona con una inhabilitación para ejercer cargos públicos por más de ocho años.
La defensa anunció que presentará un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Bogotá en un plazo legalmente establecido, recursos que será presentado el 11 de agosto.
La decisión ha dividido a la opinión pública: mientras sectores de víctimas y algunos juristas consideran que se trata de una victoria de la justicia, los seguidores del expresidente denuncian una persecución política. El Partido Centro Democrático, fundado por Uribe, afronta un duro golpe político de cara a las elecciones presidenciales de 2026.
A nivel internacional, el exsenador estadounidense Marco Rubio criticó el fallo calificándolo de “exceso judicial ideológico”, lo que ha generado tensión diplomática y cuestionamientos sobre posibles implicaciones.
Van 13 años de litigios por este proceso
El caso se remonta a 2012, cuando Uribe presentó una denuncia contra el senador Iván Cepeda por supuestos vínculos con paramilitares, a través del uso de testigos. La Corte Suprema revirtió la acusación en 2018 y dictó el inicio de un juicio contra Uribe por presión a testigos. El juicio penal comenzó formalmente en febrero de 2025 y se extendió a lo largo de meses con múltiples suspensiones y alegatos judiciales.
La jueza Heredia, quien leerá el fallo esta tarde, consideró suficiente el material probatorio: grabaciones, chats de WhatsApp, visitas en prisión y registros documentales que demuestran intentos concertados de retractación inducida.
Este fallo de prisión domiciliaria a Uribe marca un hito: es la primera vez en la historia moderna de Colombia que un expresidente es condenado penalmente en juicio.
Analistas dicen que la condena del expresidente Álvaro Uribe representa un momento trascendental en la historia judicial colombiana. Con una pena efectiva, sanciones económicas, un proceso que se alarga por cerca de trece años, y repercusiones políticas e internacionales, este caso redefine límites al poder político y reafirma el principio de que nadie está por encima de la ley.

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