mayo 17, 2025

El mal momento del Pacto Histórico

Las elecciones regionales, que se cumplirán dentro de tres meses, están reafirmando que el espacio ganado por corrientes de izquierda, partidos alternativos o progresistas agrupados en el Pacto Histórico, con la Presidencia de la República, a través de Gustavo Petro, hasta ahora no ha servido de mucho en las intenciones de verdaderos cambios sociales.

El despelote por la entrega de avales de estos sectores demostró la falta de organización y de armonía y el crecimiento de egos al interior de las fuerzas que los conforman, y que son ni más ni menos el soporte político del primer presidente de izquierda en la historia de Colombia.

A lo anterior se le suma el proceso judicial contra el diputado Nicolás Petro, que sin duna tiene unos efectos negativos en la imagen del presidente y del progresismo, tanto a nivel nacional como internacional.

La coalición de partidos que fue el eje de la campaña presidencial, bajo el rótulo de Pacto Histórico, da muestras de haber llegado a un punto crítico y cada partido busca la manera de imponer candidatos, desconociendo acuerdos democráticos.

Analistas de la política en el Atlántico, como el abogado Porfirio Castillo Zamora, considera que los visos de crisis actuales en lo político que repercuten en lo social no solo está pasando con los partidos alternativos, sino en todas las corrientes ideológicas, pero que sí es más evidente ellos y queda demostrado con casos que muestran que el poder “se les ha subido a la cabeza”.

Sostiene que se está desperdiciando la oportunidad de resolver los graves problemas estructurales para entrar en debates personalistas, como un ‘ego de vanidades’. “Mira el caso bochornoso acto de hace poco del presidente de Colpensiones, Jaime Dussán”, destaca Castillo Zamora, en alusión al incidente divulgado en redes sociales en el que, supuestamente, el funcionario en estado de embriaguez agrede a uno de su escoltas y este le devuelve la agresión.

Minimizar lo que viene ocurriendo al interior de los partidos alternativos, en criterio de Porfirio Castillo, requiere de una alta dosis de reflexión, de respeto por los criterios y los argumentos del acatamiento pleno de los acuerdos que se tracen, “de lo contrario no habrá cambios y todo seguirá igual”.

Toma de decisiones centralistas

En el portal de la Silla Vacía, Tiberio Gutiérrez Echeverri, otro analista, expone su punto de vista en torno al manejo que le han dado desde Bogotá los dirigentes políticos al Pacto Histórico, destacando que persisten la toma de decisiones centralistas y desconociendo las realidades de las regiones colombianas, lo que debe ser corregido mediante un cambio de reorientación.

“Es un gran error político de la dirección nacional, dadas las circunstancias y la relación de fuerzas actuales, insistir en las listas cerradas para las elecciones de octubre, porque sencillamente desconoce las realidades políticas locales, las costumbres políticas de los clanes mafiosos que han cooptado el espacio para la participación de los sectores populares excluidos de la economía, de la política y en general de los asuntos del estado”, precisa.

Gutiérrez indica que no se tiene en cuenta que “la lista cerrada exige una cultura política muy elevada para asumir el programa, los candidatos, los partidos y los renglones de la lista en forma unitaria y disciplinada por parte de las diferentes corrientes dentro del PH, para poder dirimir los conflictos con criterios políticos y no bajo el influjo de pasiones personales egoístas de muy baja calidad para el manejo de los asuntos públicos”.

Concluye en que “la orientación de la lista cerrada lo que está haciendo es enfrentar las bases del PH; dispersar muchas corrientes democráticas que necesitan un instrumento de expresión popular para poder manifestar su oposición, descontento e indignación con el estado actual de cosas, heredado de los gobiernos anteriores como un pesado fardo que apenas empieza a removerse con las dificultades propias de una correlación de fuerzas en el congreso de la república, que no ayuda para nada en la aprobación de los proyectos de ley para las reformas estructurales que necesita el país”.

Retomar la iniciativa con inteligencia

De cierta manera, lo que exponen Castillo Zamora y Gutiérrez Echeverri sobre el mal momento del Pacto Histórico, se alinea con la percepción que se tiene desde el exterior y que es resumido en reciente análisis El País, de España, periódico que parte del impacto de los escándalos que han protagonizado allegados al Gobierno Petro, y a quien le corresponde mediar para imponer el orden.

“Las tensiones de la coalición legislativa y el estancamiento de reformas clave obligan al mandatario a demostrar su capacidad de gobernar y a retomar la iniciativa con inteligencia para reactivar su agenda”, advierten el escrito, de lo contrario seguirá siendo débil la gobernabilidad.

También asegura que “la prioridad del Gobierno en este contexto debe ser evitar tanto la confusión como el recrudecimiento de la tensión social y política. La mejor vía para rescatar la credibilidad reformista de Petro pasa por gestionar con transparencia y voluntad de diálogo la peligrosa crisis actual”.